Ruta en coche desde la Gascuña, Bonas hasta Saint Cirq Lapopie.
Auvillar, Moissac, Lauzerte, Cahors y Saint Cirq Lapopie.
En nuestro último día en Gers volvimos a gozar de un muy buen desayuno en la misma compañía que la mañana anterior, luchando por entender y hacernos entender con aquel grupo de belgas y franceses.
Una vez en ruta, de nuevo empezaron a acompañarnos los paisajes repletos de campos de girasoles que iluminan las suaves colinas Gascuñas.
173 km
Domaine Gajolles – Bonas
Auvillar. 73 km
Moissac. 20 km
Lauzerte. 23 km
Cahors. 39,1 km
Saint Cirq Lapopie. 28,5 km
AUVILLAR
Pueblo de 876 habitantes incluido merecidamente en la clasificación de pueblos más bellos de Francia, situado en uno de los caminos de Santiago franceses. Consta de dos partes siendo aconsejable visitar ambas.
La principal en la zona alta y sobre una colina con espectaculares vistas sobre el río Garona. Y una más pequeña formada por dos calles, pero también entrañable, en la zona baja, puerto de la población en la ribera del río Garona.
En la zona alta destaca su muy bonita plaza porticada, Place de la Halle de estructura triangular y una gran sala central circular construida en piedra y ladrillo del año 1825.
La entrada a la ciudad por Place de l’Horloge, con la torre del reloj.
Desde la Plaza del Castillo, se puede admirar la vista sobre el valle del Garona.
Callejeando por este pueblo se encuentran rincones y calles preciosas.
Por último, la zona del puerto, a orillas del Garona, merece una visita, destacando la antigua Capilla de Santa Catalina.
MOISSAC
Moissac es también una etapa principal de los caminos de Santiago desde la Edad Media, y su fama, se debe a la abadía de Saint-Pierre declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO.
El pórtico de la iglesia abacial, fundada en el siglo VII, está decorado con un monumental tímpano que representa el Juicio Final, una de las obras maestras de la escultura románica. La abadía se distingue también por su claustro.
LAUZERTE
Nos gustó mucho este pueblo situado en la cima de la colina llamada Quercy Blanc, tal y como ocurre con las ciudades medievales de la Toscana italiana. Tiene una hermosa plaza central con soportales, casas de piedra y entramados de madera, en la que también se ubica, en uno de sus laterales, la Iglesia de San Bartolomé. En su interior un magnífico retablo de madera.
Conviene pasear por las cuestas de la Mairie y de la Gendarmerie, repletas de bonitas mansiones, y dirigirse a la zona del Jardín del Peregrino.
En este pueblo se observa claramente el cuidado por el detalle, por el equilibrio, por el respeto al aspecto medieval del mismo. No se observa ni un solo cartel de bares, restaurantes, tiendas, etc, en neón o plástico. El pueblo es un verdadero catálogo de señalizaciones artísticas, la mayor parte de ellas en forja.
CAHORS
Cahors con 20.000 habitantes es la capital del departamento de Lot, famosa por su aspecto medieval, por dos monumentos magníficos, también por su gastronomía, y especialmente por su vino tinto.
La ciudad vieja de Cahors está asentada sobre una península, a orillas del río Lot y cuenta con dos monumentos considerados patrimonio de la humanidad, el Puente Valentré, auténtico símbolo de la ciudad y la Catedral de Saint Etienne.
El Puente fue terminado a finales del siglo XIV y construido con finalidad militar defensiva y como fortaleza. Lo cierto es que se trata de un verdadero espectáculo y más considerando la antigüedad del mismo.
El otro edificio histórico destacado es la catedral de Saint-Étienne, rematada por dos cúpulas. Un bello portal románico, claustro de estilo gótico flamígero y una decoración pintada en su interior convierten a esta catedral en un edificio muy destacable.
El resto de la ciudad, de su casco histórico cuenta con agradables calles pero que no llegaron a sorprendernos ni a entusiasmarnos.
SAINT CIRQ LAPOPIE
Clasificado merecidamente como uno de los pueblos más bellos de Francia.
Una auténtica maravilla medieval, un pueblo de cuento situado sobre un acantilado, sobre una pared rocosa de más de 100 por encima el río Lot.
Nos impactó y seguramente es uno de esos rincones mágicos, uno de los conglomerados urbanos medievales más hermoso que hayamos visto y no solo de Francia.
Para que sea uno de los lugares más hermosos que hayamos conocido contribuyen varios factores tales como su ubicación natural, calles absolutamente desiguales y empinadas cuestas, casas de piedra y estilo gótico con tejados rojizos que convierten a Saint Cirq en un auténtico pueblo de cuento, de hadas, un pueblo que conserva intacto su aspecto del medievo mágico.
Llegamos sobre las cinco de la tarde, pero a esa hora había hordas de turistas visitando, por lo que decidimos ir hasta el Hotel Saint Cirq ubicado enfrente del pueblo, pero cruzando el rio Lot. Desde el hotel hay una muy buena vista perspectiva de la villa medieval.
Pasamos la tarde descansando en la piscina del hotel, dejando la última hora de la tarde para acercarnos a dar los primeros garbeos por esta maravilla que es Saint Cirq y en cada uno de los pasos que dimos y miráramos donde miráramos, las palabras de admiración y sorpresa no hacían más que repetirse en nuestras bocas.
Cenamos en una terraza de los muchos restaurantes de los que ofrece este pueblo eminentemente turístico. Una vez repusimos fuerzas volvimos al hotel, con ganas de volver a la mañana siguiente. Habíamos paseado en el atardecer pero queríamos más de esta maravilla. Con la luz de la mañana el espectáculo sigue siendo grandioso.
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