Rutas

Día 2. Ruta de 7 días en coche por el Cantal (Francia), Lyon y Suiza.


Ruta en coche desde el Cantal (Francia) a Suiza.

Chateau Val de Lanobre y Lyon en Francia, Ginebra, Morges, Vufflens le Chateau y Gruyeres en Suiza.



Desde el cantal y hasta la frontera franco-suiza, hay todavía una buena tirada de 600 kilómetros, con varias paradas en el camino, motivos sobrados para madrugar algo más de lo normal ( pero no demasiado ). En el recorrido dos ciudades importantes como son Lyon y Ginebra, además de algunos pequeños pueblos y castillos.

Comenzamos la mañana con un estupendo desayuno en el Molin Du Pont, café, zumos , pan, brioche y mermeladas varias hacen más que suficiente el desayuno en este agradable B&B.

616 km

Saint Bonnet de Salers

Chateau Val Lanobre (54  km)

Lyon (269 km)

Ginebra (148  km)

Morges  (52  km)

Vufflens – le – Chateau  (3 km)

Gruyéres ( 74 km)

Cerniat (12  km)

Chateau Val Lanobre

Llegamos a este castillo y el lago que lo acoge, después de un recorrido en gran parte por carreteras secundarias en las que bosques frondosos reverdecen esta zona de la Auvernia Alta.

Llegamos pronto, antes de las diez de la mañana cuando el horario de apertura es a las 10 de la mañana. Con todo lo que nos quedaba por ver en el día nos dimos por satisfechos con las imponentes vistas del castillo al borde del lago, sin llegar la necesidad de visitar su interior.

El Castillo de Val de Lanobre del siglo XV, es uno de los mejor conservados de la región de Auvernia.

Actualmente se encuentra en las orillas del embalse de la presa de Bort levantada en 1951. Se trató de preservar el castillo de Val que originariamente fue construido sobre una roca de más de 30 metros, con vistas al valle del Dordoña.

Es una fortaleza preciosa con seis torres almenadas y su situación al borde las aguas del Lago de Bort genera un impacto mágico.

LYON


269 km nos quedaban hasta Lyon, pero pronto nos incorporamos a la autopista y desde la misma se puede observar a la derecha la zona volcánica de Auvernia y en especial la silueta del Puy Mary.

Lyon es la tercera ciudad de Francia con 484.000 habitantes, aunque considerando el área urbana que se crea a su alrededor sería la segunda de Francia con más de 2.000.000 de habitantes. La ciudad se encuentra entre dos importantes ríos, el Saona y el Ródano.

427 hectáreas de la ciudad están clasificadas como Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco desde 1998 y constituye uno de los espacios más amplios inscritos.

Como casi siempre pusimos en el GPS la dirección de la oficina de turismo que en este caso se encuentra en la inmensa Plaza Bellecour. Dudamos si hacer un recorrido en tren o autobús turístico porque teniendo poco tiempo suele ser una buena opción para ver lo más importante de la ciudad.

Al final decidimos hacer el recorrido de aproximadamente 4 km caminando, siguiendo las instrucciones que nos dieron en la oficina de turismo.

Os dejo el siguiente google maps que concreta visualmente el recorrido. En todo caso no llegamos a visitar por falta de tiempo el Barrio de la Croix Rousse o la Colina de Fourviere.

Desde la misma plaza Bellecour, una de las más grandes de Europa se pueden observar algunas de las partes más importantes de la ciudad como la Colina de Fourvière, donde se encuentra el teatro romano y también la basílica Notre-Dame de Fourvière.

En primer lugar disfrutamos de la Plaza Bellecour y como curiosidad, en la misma plaza se celebraba un acto de homenaje a héroes locales de la resistencia francesa durante la segunda guerra mundial.

Esta amplia plaza se abre hacia uno de los dos ríos, el Rhone con algunas esculturas y fuentes que consiguen hacer muy agradable todo el entorno.

Caminando nos fuimos por el Barrio o Quartier de la Presque Ille en el que se encuentran alguno de los edificios y plazas más importantes de la ciudad.

La idea fue llegar en un primer trayecto hasta la Place des Terraux.  En el camino empezamos a disfrutar de esta magnífica ciudad, sus calle y  monumentos como la Bolsa de Lyon o la Eglise de Bonaventure.

Ya en la Plaza des Terraux es inevitable ver y disfrutar del Hotel Ville (Ayuntamiento) desde todos sus ángulos  y de la Fontaine Bartholdi.

Muy cerca cruzando el río Saone se llega de forma muy rápida hasta el Barrio renacentista de la Vieux Lyon, que personalmente fue lo que más nos gustó de está maravillosa ciudad.

Pasamos por la Iglesia de Saint Paul, para dirigirnos de forma inmediata a la Rue Juiverie, una auténtica joya renancetista y medieval.

Este Quartier se divide a su vez en tres zonas que nosotros recorrimos por este orden, Barrio de Saint Paul, Barrio de Saint Jean  y finalmente barrio de Saint George.

Después de ver por fuera la plaza e iglesia de Saint Paul nos dejamos caer por una fantástica calle, que a nosotros nos causó muy buena impresión, la Rue de la Juiverie con una mezcla de gótico francés y renacimiento italiano. Puertas y ventanas talladas en piedra , multitud de teatros, cabarets, escuelas de arte dramático y carteles medievales en muchos de los números de esta calle le otorgan un aspecto singular.


Seguimos por el Barrio de Sant Jean y su calle llamada de igual manera, calle muy comercial y animada. En el camino, la casa de los abogados, antes de llegar a la Catedral.

Llegamos hasta la Catedral y su plaza, desde la que se puede ver una bella fuente y la Basílica de Notre Dame sobre la colina.

Bajamos por el Barrio de Saint George hasta la Plaza de la Trinite en la que se encuentra la casa del guiñol, para finalmente cruzar de nuevo el río en dirección a la Place Bellecour.

Habíamos aparcado el coche muy cerca de la Plaza Bellecour, del Teatro Celestines y de la Place Jacobines que cuenta con una muy hermosa fuente. Con estas dos visitas cerramos nuestro corto periplo en Lyon , sabiendo que nos dejamos muchas cosas por saborear.

GINEBRA


148 km hay entre Lyon y Suiza, siendo Ginebra el primer lugar que visitamos en Suiza. Nada más pasar la frontera, nos pararon para «vendernos» la viñeta que permite viajar de forma gratuita por todas las autopistas suizas. Si no recuerdo mal pagamos 40 francos suizos. No puedes siquiera intentar no pagar, porque en la aduana te desvían por matrículas extranjeras y te llevan directamente al puyazo de los 40 francos suizos. 

Ya en Ginebra, solo paramos un instante al borde del lago y no tuvimos intención de ver completa la ciudad, así que aparcamos muy cerca de su monumento principal, el «Jet d’eau», un surtidor de agua de 140 metros de altura en la orilla del Lago Lemán.

La ciudad estaba muy animada con muchísima gente por sus calles, aprovechando el soleado día que acompañaba.

MORGES


Nos paramos un instante en esta ciudad de 15.000 habitantes en la que se puede destacar su  castillo, construido en 1286 por Luis de Saboya. Hoy en día, el castillo tiene cuatro museos históricos el museo militar del Lago Lemán, el museo suizo de figuritas históricas, el museo de la artillería y el museo de la gendarmería del Lago Lemán.

Interés pueden tener dos calles de su casco histórico como la Grand Rue, pero poco más. Morges es la capital del Vino del Lago Leman, donde ya empezamos a observar el lago y sus imponentes montañas al fondo así como los también característicos viñedos de la zona.

VUFFLENS LE CHATEAU

Subiendo solo 3 kilómetros al interior se encuentra este castillo privado que da nombre a la comuna. No se puede visitar su interior pero sus exteriores y las vistas que se pueden ver desde el mismo hacen merecida una pequeña visita al entorno.

Una rápida visita en los exteriores del castillo y decidimos ir directamente hasta Cerniat población en la que se encuentra el B&B Les Lavandes, para una vez aposentados acercarnos a Gruyeres.

El trayecto hasta Cerniat, dejando a la derecha riberas del Lago Leman, empieza a ofrecer imágenes típicamente suizas y montañosas que se hacen de un verde más intenso, más suizo digamos, según nos acercamos a Cerniat.

GRUYÈRES

Pequeña población de origen medieval y reconocida como uno de los pueblos más bellos de Suiza.  El pueblo está encaramado sobre una colina que preside su magnífico castillo del siglo XIII.

Para llegar hasta el castillo hay que pasar por la única calle – plaza del pueblo, empedrada y con claro aspecto medieval. Muy bonita.

Esta calle, el castillo y las vistas de los verdes valles cercanos hacen de Gruyeres una visita imprescindible.

Habíamos llegado a Gruyeres, sobre las 8:30 de la tarde, casi anocheciendo, los restaurantes carísimos, aunque es general en Suiza y con respecto a otros destinos. Sentimos por primera vez la diferencia notable de precios entre Suiza y España, Francia, etc.

Jejeje, sus nombres lo dicen todo…. son la …… en cuanto a precios al menos!!!!!.


Como en estos viajes llevamos nuestra propia nevera eléctrica portátil, decidimos cenar en el B&B algo de las viandas que procuramos llevar  siempre con nosotros.


 

 

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