El Alentejo se encuentra al sur de Portugal, entre el río Tajo y el Algarve y es una de las regiones con mayor interés turístico del país. Se trata de una región esencialmente rural, con poca población pero ocupando aproximadamente un tercio del territorio portugués.
Muchos son los atractivos como las ciudades de Évora o Elvas, la primera clasificada en su conjunto como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y la segunda también considerada, en este caso porque cuenta con el mayor conjunto defensivo terrestre del mundo, declarado Patrimonio de la Humanidad. Otras ciudades destacadas son Beja o Portalegre.
Es el Alentejo encontraremos vestigios desde la prehistoria porque tiene una de las mayores concentraciones de dólmenes y menhires neolíticos en Europa, un buen número de ellos en las proximidades de Évora. La influencia romana se deja notar también en varias de sus ciudades, así como la musulmana que resulta muy evidente en pueblos y ciudades, como por ejemplo en el pueblo de Mértola. Posteriormente en un momento de esplendor, el medievo, la reconquista y el periodo renacentista también dejaron su huella en todo el Alentejo, con preciosos rastros arquitectónicos en ciudades, pueblos, iglesias, castillos, etc.
Pero no solo es historia y cultura, también encontraremos una sorprendente naturaleza con dehesas ,regadas de alcornoques, playas, costa, etc. Varios Parques o Reservas naturales como Estuario del Sado, Valle del Guadiana, Sierra de São Mamede o Sudoeste Alentejano y Costa Vicentina
Por todos estos motivos y dada la proximidad con España, el Alentejo debería ser el objetivo de cualquier viajero que se precie. Nosotros no llegamos a recorrer la costa del Alentejo, limitándonos a visitar los pueblos y ciudades del interior, cercanos a la frontera española, puesto que hicimos un recorrido por ambos países. Además en esta zona es en la que encontramos las principales ciudades de la región, así como sus pueblos más sorprendentes.
Quizás se echen en falta algunos que no visitamos como por ejemplo son Arraiolos o los pueblos más cercanos a la costa. Visitamos algunos que otros pueblos más de la región y nos faltaron los nombrados y seguro alguno más.
Así que la clasificación ofrecida de los 10 más bonitos, es como siempre subjetiva y no definitiva. Como subjetiva es la consideración de qué es un pueblo y qué una ciudad, que daría para hablar largo y tendido. Po ejemplo la clasificación oficial delos Pueblos más bonitos de Francia solo recoge aquellos pueblos que no tengan más de 2.000 habitantes. Para nosotros que somos de un «pueblo» de aproximadamente 5.000 almas, esa clasificación se queda un poco corta, por lo que incluimos en nuestro particular ranking aquellas poblaciones con una población no muy alta y en los que se respira ambiente familiar.
Y aquí se encuentran algunos de los pueblos más bellos de la geografía portuguesa. El ranking que hacemos desde este blog tiene una selección entre los pueblos que pudimos visitar en nuestro viaje del año 2019.
Mapa Pueblos más bonitos Alentejo (Portugal)
En primera posición Monsaraz, pequeña población que se asienta sobre una colina, amurallada y con un castillo del siglo XIV. Ofrece unas espectaculares vistas panorámicas sobre la Presa de Alqueva y el valle del Río Guadiana. Posiblemente desde el castillo hay una de las mejores vistas del Alentejo, tanto del entorno natural maravilloso del Río Guadiana y la presa de Alqueva, como por la visión que se tiene del resto del pueblo. ¡Un lujazo!
Es pura magia caminar por las calles empedradas de Monsaraz, con encaladas casas blancas y varios edificios edificios civiles y religiosos.
En segunda posición Mãrvao, pueblo medieval fortificado que se asienta de forma estratégica a gran altura sobre un peñasco, en el punto más alto de la Sierra de São Mamede y muy próximo de la frontera con España.
De estructura muy similar a varios pueblos de la frontera portuguesa, dentro de sus murallas encontraréis un bonito conjunto de arquitectura popular alentejana. En las estrechas calles de Marvão, además de su patrimonio histórico disfrutaréis de sus blancas casas enmarcadas en granito, arcos góticos, ventanas manuelinas, balcones de hierro forjado embelleciendo las casas
Entre su patrimonio más destacado además del castillo y de las murallas, hay que dejarse llevar por sus calles hasta la Iglesia de Santa Maria, transformada en Museo Municipal, la Iglesia de Santiago, o la Capilla renacentista del Espíritu Santo. Y por supuesto que las vistas de la dehesa alentejana es sencillamente espectacular.
En tercera posición Castelo de Vide, ubicado muy cerca de Mãrvao, se convierte en una de las visitas imprescindibles en un recorrido por el Alto Alentejo.
Muy atractiva su ubicación en la Sierra de Sao Mamede protegida por dos colinas. Hasta 24 iglesias o capillas salpican la ciudad acompañadas en su parte más elevada de un Castillo medieval de D. Dinis del siglo XIII y la Fortaleza de São Roque, con la iglesia del mismo nombre tras sus muros además de un pequeño burgo medieval dentro del recinto. Las vistas de la ciudad desde el castillo son magníficas.
Y qué decir de sus estrechas calles del conocido como Barrio gótico medieval, repleto de edificios con portales y ventanales de estilo gótico además de su judería, que alcanzó su apogeo en el siglo XV tras la expulsión de los judíos de España.
Estas empinadas calles del barrio judío que dicen es uno de los mejor conservados de todo Portugal, su Sinagoga y la plaza de la Fonte da Vila son otros de los muchos atractivos de Castelo de Vide.
En cuarta posición Mértola, considerado el pueblo portugués que mejor conserva la influencia árabe en sus calles, construcciones y ubicación natural encaramado sobre una colina que se elevan a los pies del río Guadiana. Pueblo marcado por esta influencia islámica pero también de muy rica historia porque Mértola fue ciudad romana, capital de un reino árabe y primera sede de la Orden de Santiago además de ser el puerto más septentrional del río Guadiana. Por ello, Mértola conserva vestigios históricos de de los Romanos, Suevos, Árabes y Portugueses
No dejéis de cruzar el puente que nos lleva hasta la orilla enfrentada a Mértola porque desde allí disfrutaréis de unas deliciosas vistas del pueblo elevándose sobre el río Guadiana. Protegido por murallas, domina el conjunto el Castillo en la parte más elevada y su pintoresca Iglesia de Nossa Senhora da Assunção que en tiempos pasados fue una mezquita.
En quinta posición Vila Viçosa, es un bonito pueblo alentejano con una rica historia y un patrimonio más que interesante. Es conocida como «la princesa do Alentejo”.
En el año 1461 Vila Viçosa pasó a formar parte del ducado de Bragança y en el año 1502 se inició la construcción de su monumento más emblemático, el Pazo Ducal de Vila Viçosa. Construido en mármol y ubicado en la espectacular Terreiro do Paço es un Palacio que tiene una fachada de 110 metros rematada en mármol, materia prima abundante en la zona y motor económico de Vila Vicosa también en la actualidad con más de 160 canteras.
Pero también tiene otros muchos monumentos de gran interés, como son su Castillo del siglo XIII, la Iglesia Matriz, la Iglesia y Convento de los Agostinhos, los Conventos de Santa Cruz, Capuchos, de la Esperança, o el renancentista Convento de las Chagas.
En sexta posición Estremoz, conocida como la “ciudad blanca” del Alentejo, en parte debido el estilo de sus casas que domina en todas las casas que descienden desde la colina en la que se sitúa su castillo y algunos de sus principales monumentos históricos. Pero también por los cercanos yacimientos de mármol blanco al igual que ocurre con Vila Viçosa a solo 30 kilómetros de Estremoz.
Ciudad amurallada, en realidad está fortificada por dos diferentes conjuntos de murallas, especialmente la parte conocida como Ciudad Alta de Estremoz, de la que merece la pena destacar el Museo Municipal de Estremoz, el Palacio Real y las Torres das Três Coroas, ocupado hoy por la Pousada de Rainha Santa Isabel y la Capilla de Santa Isabel con la Iglesia de Santa Maria (Siglo XVI).
En la parte baja del pueblo todo se desarrolla en los alrededores del Rossio con iglesias imponentes, antiguos conventos y edificios monásticos convertidos en cuarteles de caballería.
En séptima posición Moura, una agradable ciudad fortificada, apiñada en torno a las ruinas de un castillo del siglo XIII, que cuenta con edificios notables, palacios y un barrio musulmán muy bien conservado, llamado la morería. Moura tiene fama termal por la cercanía de fuentes de agua con gran riqueza en minerales.
El paseo por cualquiera de las calles de Moura es verdaderamente atractivo con mezcla de edificios, palacios, casonas y casas señoriales muchas de ellas de terratenientes del siglo XIX , y otras más populares de casas encaladas en blanco además de repletas de vegetación, plantas y flores.
Y por supuesto un muy interesante patrimonio civil y religioso, siendo su castillo de espectacular torre del homenaje, los Conventos de la Assunçao o del Carmo y la Iglesia de Sao Joao Baptista los principales monumentos de Moura.
En octava posición Alegrete, pequeño pueblo elevado sobre una colina y amurallado, que nos encantó en todo el breve recorrido que hicimos por sus calles y rincones.
Indispensable un paseo por las tranquilas calles de Alegrete, con típicas casas de blanco radiante ribeteadas con franjas coloridas que reflejan perfectamente la esencia del Alentejo. El patrimonio de la localidad son su Iglesia Matriz del siglo XVI, las Capillas de São Pedro (siglo XV) y de la Misericordia (siglo XVII) y la Torre del Reloj del siglo XVII., situada junto a la Iglesia Matriz. En la parte más elevada del pueblo las ruinas de un antiguo castillo. Toda una delicia pasear en Alegrete.
En novena posición Terena, un muy pequeño pueblo que tuvo un importante papel de defensa fronteriza, a través de su castillo, que estaba integrado en la línea de defensa del Guadiana.
Pequeñito y con mucho sabor, pueblo de calles empedradas, típicas construcciones alentejanas, de blancas casas ribeteadas en llamativos colores y características chimeneas. Se visita de forma muy rápida porque sus calles más atractivas y sus monumentos están prácticamente juntos, destacando el castillo, la iglesia matriz, la iglesia de la Misercordia, el pelourinho y la antigua Casa Consistorial o Paços do Concelho.
En décima posición Serpa, amurallado y considerado como uno de los pueblos blancos de Portugal.
En la llegada al pueblo enseguida destacan las murallas y unas de las dos puertas de entrada que quedan en pie. La Puerta de Beja escoltada por dos grandes torreones. Sobre esta puerta y las murallas desemboca otro de los símbolos de Serpa, su Acueducto del siglo XV construido con amplias arcadas de estilo italiano.
Una vez dentro de la villa encontraremos al núcleo urbano primitivo, de origen medieval, árabe y cristiano con la iglesia de Santa María, la antigua Torre Principal del castillo, la Torre del Reloj y el Museo de Arqueología como principales atractivos monumentales.
Lista
Los 10 pueblos más bonitos del Alentejo (Portugal)
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