Ruta desde Limosin pasando por Dordogna hasta Auvernia.
Beaulieu Sur Dordogne, Argentat, Correze, Orcival, Chateu de Cordes, Montpeyrus, Villeneuve, Chalus.
En este cuarto día viajero se propone una ruta que continúa dirigiéndose hacia el este francés, aunque en este caso subiendo un poco hacia el norte geográfico para llegar hasta la Auvernia, muy cerca de la ciudad de Clermont Ferrand (que no llegamos a visitar). En este recorrido visitaremos varios pueblos hermosos de la Dordogna, transitando también por la región de Lemosin, para terminar introduciéndonos en la Auvernia, muy cerca del Parque de los Volcanes y del muy famoso Volcán Puy de Dome.
Cuarto día de viaje, después de tres intensos días previos. La Francia rural que tanto nos entusiasma en cada paso que damos por ella nos sigue sorprendiendo. Después de haber recorrido en viajes de años anteriores muchas de las zonas más interesantes de Francia, se puede llegar a pensar que difícilmente se puedan encontrar rutas en las que resulte fácil encontrar nuevos pueblos y ciudades que sean merecedores de la visita curiosa de viajeros empedernidos como somos nosotros . Y nuestra experiencia nos dice, que hay que seguir rascando porque lo que Francia tiene para ofrecer es casi inagotable.
276 km
A.- Le nid de Messanges
B.- Beaulieu Sur Dordogne (23 km)
C.- Argentat (24 km)
D.- Correze (47 km)
E.- Orcival (88 km)
F.- Montpeyroux (43 km)
G.- Longchap. Las Ettoiles. Villeneuve – Chalus (32 km)
BEAULIEU SUR DORDOGNE
1174 habitantes
El primero de los destinos fue el muy bonito pueblo de Beaulieu-sur-Dordongne que aún no estando clasificado dentro de Les Plus Beaux Villages de France, tendría méritos más que sobrados para su inclusión en la misma.
Se encuentra en el límite de tres provincias, en la zona alta del Valle del río Dordoña Nosotros comenzamos la visita desde la orilla del río, lugar tremendamente atractivo e ideal para pasear por sus románticas orillas, bien caminando o bien utilizando algunas de las barcazas que ofrecen paseos fluviales.
Justo al lado del río se encuentra la pintoresca capilla de los Penitentes y su radiante campanario en espadaña de cinco arcos.
El paseo debe continuar por la zona que marcaba los límites del recinto amurallado para terminar adentrándose en un precioso casco histórico pudiendo acceder por la puerta de la Capilla o la puerta de Santa Catalina.
En este casco histórico hay numerosas casas antiguas y tradicionales callejones empedrados que se agrupan en torno a una antigua abadía benedictina fundada en el siglo IX de la que hoy se conserva la majestuosa iglesia de San Pedro. en la que el pórtico de entrada es simplemente excepcional, con su espléndido tímpano esculpido en el siglo XII que resulta ser una auténtica joya del románico! También es obligado visitar el tesoro de la abadía, expuesto en el transepto Norte, que alberga una magnífica Virgen con el Niño del siglo XII.
Otro rincón muy especial del pueblo se ubica enfrente de la portada occidental de la iglesia, en la plaza de Bridolle. Destaca una casa renacentista que exhibe una magnífica fachada decorada con estatuas y medallones.
Esta suntuosa mansión, declarada Monumento Histórico está abierta al público y ofrece una inmersión en la vida cotidiana de la antigua nobleza de Beaulieu. Le acompañan otro buen número de antiguas casas entramadas en madera y piedra, que otorgan a este espacio un aspecto muy sugerente.
Siendo estas dos plazas los principales atractivos en el interior del casco amurallado, es obligado un paseo por las calles adyacentes que dejan unas estampas e imágenes muy pero que muy atractivas y que una vez allí no nos debemos perder.
ARGENTAT
2400 habitantes
Muy cerca, a solo 24 kilómetros está el pueblo de Argentat, ejemplo característico del Alto Valle de Dordoña.
Es también conocida como la capital de los gabarreros, que históricamente supo aprovechar su situación estratégica en la orilla del río Dordoña, y siendo fronterizo con varias regiones (Auvernia, Midi y Lot) como para convertirse en centro neurálgico del comercio de madera, gracias a sus famosas gabarras, (embarcaciones tradicionales de fondo plano que entraban y salían de la ciudad repletas de mercancías)
Antes de llegar a Argentat, el recorrido va dejando algunas postales muy típicas de la Francia rural, repleta de atractivas granjas y casas de espectaculares inclinados tejados.
La visita a la población de Argentat es obligada aunque solo sea por disfrutar de la maravillosa zona paisajísitica que ofrece el muelle Lestourgie, en el que antiguamente atracaban muchas gabarras.
Un paseo por esta zona permite disfrutar de los encantos que nos otorgan las riberas del río, el conjunto de casas, torres y balconadas de madera. Las vistas desde uno y otro lado del río así como desde el mismo puente que las une, son espectaculares.
Un paseo por el centro histórico permite gozar de un interesante patrimonio arquitectónico, como la iglesia de San Pedro, construida en el siglo XIX o el antiguo convento de Recoletos (XVII) y otros edificios históricos como como el Hotel de Turenne o la casa de la sed.
CORREZE
2400 habitantes
Ubicado a orillas del río que le dio el nombre y a 18 kilómetros al noreste de Tulle, el precioso pueblo medieval de Corrèze, con sus tejados de pizarra invita a descubrir un bello patrimonio. Pequeño pero encantador recorrido por el recinto histórico.
Edificada en el siglo XV, la puerta Margot, que da a la plaza de la iglesia, es un vestigio del antiguo camino de ronda que antiguamente protegía la entrada de la villa. Declarada monumento histórico, está rematada por un nicho que alberga una estatua de san Marcial.
También está inscrita en el inventario de los monumentos históricos la iglesia de San Marcial del sigloXII que alberga un magnífico retablo policromado realizado a principios del siglo XVIII por Jean Tournié, maestro escultor de Gourdon.
Alrededor de la iglesia, varias mansiones renacentistas, como los palacios Florentin y Terriou (siglo XVII), muestran sus elegantes fachadas.
A pocos minutos a pie del centro de la aldea hay un lugar de lo más pintoresco. A orillas del río Corrèze se levanta la bonita capilla de Chapelle Notre Dame du Pont du Salut, con su antiguo puente de piedra de dos arcos sobre el río.
ORCIVAL Y CHATEAU DE CORDES
224 habitantes
El nombre del pueblo al menos para nosotros ya resultaba atractivo. En nuestro camino hasta el lugar en el que haríamos noche se presentaba esta pequeña población, ubicada en pleno Parque Nacional de los Volcanes y a solo 23 kilómetros del muy conocido Puy de Dome.
A pesar de ser un pueblo de bastantes reducidas dimensiones cuenta con dos importantes monumentos históricos, como son la Basílica Románica y el muy cercano Castillo de Cordes, a 1,5 kilómetro del centro del pueblo.
La zona es propicia para el ejercicio del turismo de naturaleza contando con numerosas zonas en las que hacer senderismo y otras actividades relacionadas con la misma. Nuestra forma de viajar muchas veces no nos permite prestar nuestro tiempo para este tipo de ejercicio viajero, respetabilísimo y atractivo, pero que requiere de un tiempo de viaje del que nosotros no solemos disponer.
Nos limitamos y no es poco después de los muchos kilómetros hechos en coche, a visitar la Iglesia basílica de Orcival, un pequeño paseo por sus calles y la visita al cercano Castillo de Cordes, que está rodeado de unos muy bonitos jardines.
La Basílica de Nuestra Señora de Orcival está considerada como una de las joyas del arte románico, construida a principios del siglo XII por los condes de Auvernia y del obispo de la cercana y mayor ciudad de Clermont Ferrand.
Construida con piedra de lava volcánica, está enclavada entre dos laderas montañosas que tuvieron que trabajarse para que se pudiera edificar la basílica. Además de un muy atractivo aspecto exterior, en el interior conserva interesantes obras de arte, entre las que destaca una estatua de la Virgen de Notre Dame de Orcival.
Después de la visita a la Iglesia basílica y un breve recorrido por dos o tres calles del pueblo, es totalmente imprescindible acercarse hasta el fantástico Chateau de Cordes que data sus primeros orígenes allá por el año 1269. El conjunto del castillo espectacular en sí mismo, por su composición de fachadas, diferentes volúmenes, torres redondeadas y otras cuadradas rematadas con espectaculares inclinados tejados de pizarra.
Para darle un mayor encanto, le rodean unos también hermosos jardines de trabajados setos, fuentes y laberintos. El jardín es monumento histórico, pero de propiedad privada. Se puede acceder a los Jardines con un precio de 4 euros la entrada y si se quiere visitar el interior del castillo hay que pagar 8 euros. Nosotros decidimos disfrutar de los exteriores del castillo y sus jardines.
MONTPEYROUX
234 habitantes
Muy cerca de nuestro destino final del día se encontraba esta población de Montpeyroux, clasificada dentro de Les Plus Beaux Villages de France.
Tuvimos dudas de haber visitado previamente la ciudad de Clermont Ferrand, pero no nos pareció adecuado porque eran ya bastantes los kilómetros y pueblos visitados, con lo que decidimos no hacer ni un solo kilómetro de más, dejando para otra mejor ocasión la visita de Clermont. Lo que previamente habíamos leído e informado, no había despertado en nosotros un gran interés. Aunque es casi seguro que merezca la pena darse un garbeo por ella.
También eliminamos sobre la marcha del recorrido previsto otra población llamada Usson, y que es otro pueblo cercano e incluido en la clasificación Les Plus Beaux Villages de France.
No se puede acaparar todo, por lo que nos limitamos a recorrer el pequeño pueblo de Montpeyroux que se caracteriza por haber tenido en el pasado un recinto amurallado y defensivo, con puerta de entrada y un torreón medieval de vigilancia.
En el interior del pueblo, magníficas vistas de las montañas y volcanes cercanos así como especiales casas construidas con la piedra local, coloridas puertas, postigos y cuarterones de ventanas. La visita a Montpeyroux se hace con rapidez y es muy agradable.
VILLENEUVE
161 habitantes
Llegamos al destino final en Longchap, muy cercano (12 km) a la ciudad de Issoire, que una vez dejamos los aperos en el alojamiento, pensamos en visitar yendo a cenar a la misma. Pero estábamos muy cansados como para poner más puntos en el camino, y más siendo Issoire un pueblo medianamente grande con 15.000 habitantes.
Así que decidimos ir a cenar a un pueblo también cercano, llamado Saint Germain Lembron en el que solo buscaríamos un lugar en el que cenar, sin otro objetivo turístico.
En el trayecto hasta esta población de 2.000 habitantes disfrutamos de los bellos paisajes, e hicimos una parada en el pequeñísimo pueblo de Villeneuve Lembron, en el que a pesar de sus reducidas dimensiones, destacan dos importantes monumentos cuales son su castillo e iglesia.
El castillo es propiedad del Estado y Monumento Histórico desde 1926 siendo un raro ejemplo de un castillo feudal de principios del Renacimiento.
Fue iniciada su construcción en el año 1435 con planta rectangular en dos niveles y alrededor de un patio cerrado por cuatro torres, rodeadas por un foso y un puente levadizo. Las cuatro torres almenadas rematadas en pizarra, se distinguen de las tradicionales tejas de arcilla roja del resto de construcciones y casas del pueblo.
El otro monumento destacado del pueblo es la Iglesia de Saint Claude, construida al mismo tiempo que el castillo, durante el periodo en el que también se creó la parroquia de Villeneuve.
Antes de terminar cenando en Saint Germain Lembron, pasamos por otro pueblo que tenía buena pinta, Chalus, pero en el que ya no paramos. El día había sido especialmente intenso y podía más el hambre gastronómico, que las ganas de conocer nuevos lugares.
Cenamos en un céntrica y agradable plaza de Saint Germain, en un lugar llamado Bar-Resto’ Le Paris. Unas tablas de quesos acompañadas por ensaladas.
Con este tranquilo lugar pusimos final a este cuarto día de viaje, también extraordinario, en nuestra ruta hasta la Provenza.
Mis Viajecillos 