Ruta Monasterios Patrimonio de la Humanidad – Alcobaça y Batalha.
Almourol, Óbidos y Santarem.
Después de retomar fuerzas con un fantástico desayuno realizado en Casa do Vale, iniciamos uno de los días que más nos gustaron de todos los que realizamos durante este recorrido por la Región Centro portuguesa, debido a que en este recorrido propuesto se pasa por dos de los Monasterios más destacados de la historia y arquitectura local, como por el precioso pueblo de Óbidos, que a pesar de los muchos turistas que en estas fechas recorren sus calles y monumentos, es sin duda uno de los pueblos más bonitos de Portugal. Adicionalmente y sin que en nuestra planificación previa estuviera previsto, también nos dejamos caer por la población de Santarem que nos también nos sorprendió de forma positivo.
A pesar de ser 257 km de carretera es un recorrido perfectamente realizable porque todas las poblaciones son pequeñas y tanto en Alcobaça como en Batalha nos centramos en visitar sus dos espectaculares Monasterios, ambos Patrimonio de la Humanidad. A las siete y media de a tarde estábamos de vuelta en Casa do Vale.
257 km
A.- B&B Casa do Vale. Alverangel
B.- Castillo de Almoroul (18 km)
C.- Santarem (69 km)
D.- Obidos (51 km)
E.- Alcobaça (41 km)
F.- Batalha (23 km)
G.-B&B Casa do Vale. Alverangel (60 km)
CASTILLO DE ALMOUROL
Este castillo está situado en una pequeña isla sobre el río Tajo, estando impregnado del misterio que genera todo lo que se relaciona con la mística Templaria. Fue construido en 1171 por el Maestre de la Orden Gualdim Pais, sobre otras ruinas de una fortaleza de rigen romano y cuyo nombre era Almoralan. En el siglo XX llegó a constituirse como residencia oficial del gobierno portugués durante la época del Estado Novo, o lo que es lo mismo el periodo de la dictadura.






SANTAREM
30.000 habitantes
No entraba dentro de nuestra planificación la visita de Santarem, pero cuando íbamos en dirección al pueblo de Óbidos y sobre la marcha al ver los carteles indicativos decidimos entrar.
Lo cierto es que acertamos de pleno, porque aún no realizando una exhaustiva visita, pudimos disfrutar del interesante patrimonio civil y especialmente religiosos, que ofrece al visitante esta tranquila y relajante ciudad de Santarem. Este aspecto fue una de las cuestiones que nos llamó bastante en estas ciudades medias portuguesas, con un ritmo vital absolutamente anti estrés que hace deliciosos los paseos por sus calles.
Nosotros estacionamos el coche enfrente del Mercado Municipal, que además es uno de los monumentos destacados de Santarem. Construido en el año 1930 destaca por los 63 paneles de azulejos que decoran el exterior del Mercado.



Desde la zona del Mercado Municipal, entramos en la zona histórica por la Praça Sa da Bandeira, donde se localizan varios destacados monumentos como son la Iglesia de la Concepción (Año 1711) que es considerada la Catedral de la ciudad, o la más pequeña Iglesia de la Piedad (Año 1691).





La visita se puede continuar por la Rua de Serpa Pinto, calle comercial principal de la ciudad que cuenta con un cierto encanto y algunos de los famosos edificios alicatados en su exterior con coloridos azulejos portugueses.








Siguiendo la calle llegamos hasta una bella plaza en la que destacan otra vez varios coloridos edificios así como la Iglesia de Santa María de Marvila que data de principios del Siglo XVI, encalada en blanco, paredes interiores revestidas de azulejos y con un pórtico de entrada de bello estilo manuelino.







Continuamos callejeando hasta llegar a otra interesante Iglesia de estilo gótico portugués, la Igreja de Nuestra Señora de Graça cuya construcción se inició en 1380 para ser culminada en el 1420.
Muy cerca otra Iglesia. Nos dejamos mucho por visitar pero en tan breve recorrido encontramos cinco o seis iglesias que dan fe del extenso patrimonio religioso con el que cuenta la ciudad de Santarem. Esta nueva iglesia es la de San Juan del Alba o Sao Joao do Alporao del siglo XII y actualmente museo de arte y arqueología. La segunda Iglesia es la de Nuestra Sehora de Graça. Un poco más delante curiosa mixtura de edificios tradicionales con algunos modernistas de estilo Art Decó como es el abandonado Teatro de Rosa Damasceno.





Debido a lo imprevista de nuestra parada, no visitamos uno de los lugares esenciales de Santarem, como son los Jardines y Mirador Portas do Sol. del que vimos un bonito indicador pero del que no imaginamos lo que allí podría haber.
Una vez me pongo con el blog y veo las fotos que circulan sobre este espacio, me tiro de los pocos pelos que van quedando en mi cabezota, por no haber llegado hasta allí. Se trata de un impresionante mirador sobre el río Tajo y que deja algunas preciosas instantáneas como las que he podido encontrar en la red y que comparto con vosotros, despistados lectores que por interés o por error, habéis llegado hasta estos párrafos dedicados a Santarem.



Finalizamos esta corta pero intensa visita a Santarem que nos gustó bastante a pesar de la brevedad de la misma. Medianamente sorprendidos nos fuimos en dirección hacía Óbidos, que sin duda es uno de los pueblos más bonitos que la geografía portuguesa ofrece para turistas ávidos de belleza y singularidad.
ÓBIDOS
3.100m habitantes
Muchos turistas recorren las estrechas calles de este precioso pueblo portugués. Bajo nuestro punto de vista se trata de uno de los más hermosos pueblos de Portugal, puramente representativo en cuanto a una tipología de casas blancas con intensos detalles de colores, murallas y castillo.
Esta tipología conjuntamente con un acueducto ,las murallas con su 1,5 kilómetros de perímetro, su castillo, varias iglesias y capillas, como las de Santa María, São Tiago, São Pedro o la de la Misericordia, hacen que la visita a Óbidos sea una de las imprescindibles. Y ello a pesar de los inconvenientes que significa la cierta posibilidad de encontrar una muchedumbre de turistas que dificultan una visita tranquila. Nosotros tuvimos relativa suerte porque no encontramos tanto como para no disfrutar de muchos de sus rincones, algunos de ellos casi ausentes de visitantes.
Se accede al recinto amurallado por una preciosa puerta llamada Porta da Vila que desemboca en la calle principal, Rua Direita y que conduce hasta la Plaça de Santa María y algo más allá el Castillo que asentado sobre una fortificación de origen romano fue objeto de reparaciones y modificaciones a lo largo de la historia. En la actualidad es un hotel perteneciente a la RED DE POUSADAS DE PORTUGAL, 44 hoteles instalados en edificios históricos portugueses y que además pertenecen al estado.






Una vez se cruza la puerta , enseguida nos encontramos con la Rua Direita, calle principal de Óbidos por la que circulan de forma masiva los turistas, que al mismo tiempo dejan las calles transversales mucho más libres y despejadas y en las que se goza de algunos rincones bellísimos.



Continuando por la Rua Direita, a muy poca distancia se llega a la bella Praça de Santa María, en la que encontramos la Iglesia del mismo nombre. Una de las más bellas iglesias de Óbidos, de origen muy antiguo puesto que comenzó siendo un templo visigótico, para ir transformándose durante el paso del tiempo. Primero en templo musulmán con la invasión, y posteriormente iglesia en el siglo XII. Actualmente conserva un estilo renacentista, porque algunos terremotos hicieron lo suyo, obligando a la reconstrucción de la iglesia con el aspecto actual.


Se puede continuar por la calle Largo de São Tiago para llegar hasta la iglesia del mismo nombre, así como a la entrada principal del Castillo. La Iglesia data del año 1166 aunque ha sufrido también modificaciones, especialmente después del terremoto de 1.755. El castillo por su parte fue una fortificación del siglo XII que fue convertida en palacio allá por el siglo XVI.





Una vez hemos llegado hasta aquí , existe varias opciones que se pueden hacer todas o algunas de ellas como son visitar el castillo y recorrer el perímetro de las murallas capillas o callejear por el enrevesado entramado de calles que hay en el lado este del pueblo.
Nosotros decidimos dejarnos llevar por las calles y descubrimos un Óbidos maravilloso, en el que había mucha menos turistas paseando y donde descubrimos unos rincones deliciosos.

















Imprescindible dejarse seducir por un licor típico de Óbidos. Ginja de Óbidos es un licor elaborado con guindas recogidas cuando aún están ácidas. Es fácil tomarlo en la Rua Direita porque algunos establecimientos locales lo ofrecen en pequeños puestos. Servido en pequeñas tartaletas de chocolate es un placer para aquellos que gustan de los licores y del chocolate.

Ya fuera del recinto amurallado, en la zona de Parking de vehículos se puede observar el Acueducto de Óbidos también llamado de Usseira , construido en el siglo XVI y con una longitud de aproximadamente 3 kilómetros.


ALCOBAÇA
56.900 habitantes
Alcobaça es conocida esencialmente por su imponente Monasterio que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 1989. Su nombre es fruto de la unión del nombre de los dos ríos Alçoa y Baca, entre los cuales se fundó la población.
Así el Monasterio se convierte en el símbolo y visita ineludible de Alcobaça , pero a nosotros también nos gustó el pequeño paseo que dimos por sus calles, plazas, iglesias y la zona del río con el Jardim Do Amor. También subimos hasta la zona de su castillo (actualmente en ruinas) pero que deja unas excelentes postales de la ciudad y su Monasterio.














En el centro de la ciudad está su emblema, el Monasterio y Abadía de Santa María de Alcobaça, merecidamente reconocido como Patrimonio de la Humanidad.
El Monasterio se comenzó a edificar en el siglo XII, y su Iglesia fue la primera portuguesa de estilo gótico, aunque su fachada fue modificada durante los siglos XVII y XVIII, conservando solo los magníficos pórtico y rosetón.








MONASTERIO – ABADÍA SANTA MARÍA DE ALCOBAÇA
Una vez se ha gozado con la vista de la fachada principal, la visita al Monasterio se comienza accediendo por la puerta principal que da acceso a la Iglesia, sencilla pero gran iglesia de estilo gótico, con unas dimensiones que la convierten en la iglesia más grande de Portugal.
Nosotros compramos unos días antes la entrada que conjuntamente se vende , para poder visitar a precio más rebajado, tres de los monumentos más importantes del patrimonio histórico y cultural portugués como son el Convento de Cristo de la ciudad de Tomar y los Monasterios de Batalha y este de Alcobaça. Su construcción comenzó en el año 1178 tratando inspirándose en la Abadía cisterciense de Claraval , en Francia.
En el interior es imprescindible hacer un recorrido por los diferentes espacios de la abadía, algunos de ellos de mucho interés y atractivo, como son las ornamentales tumbas de Doña Inés de Castro y de Dom Pedro. Las dos tumbas de estilo gótico se dice que son las más bellas de Portugal, además son el reflejo de una importante historia de amor y leyenda.
Pero además hay que destacar el bellísimo Claustro del Silencio, la Cocina de la Abadía, enorme totalmente recubierta de azulejos blancos que impresiona por su belleza y grandes dimensiones (18 metros de altura), la Sala del Refectorio que cuenta con el hermoso Púlpito del Lector o la Sala Dos Reis.


















BATALHA
15.800 habitantes
Si Alcobaça decíamos que es conocida esencialmente por su imponente Monasterio, lo mismo podemos decir de Batalha, pequeña ciudad en la que también su Monasterio de Santa María de Vitória, fue declarado Patrimonio de la Humanidad en este caso unos pocos años antes, en el año 1983.
Este monasterio fue ordenado construir como agradecimiento a la Virgen María por la victoria de las tropas portuguesas sobre las españolas en la Batalla de Aljubarrota del año 1385, comenzando su construcción en el año 1386 y finalizando en el 1517. Constituye un claro ejemplo del gótico tardío portugués , el conocido Manuelino.
La ciudad con la excepción del Monasterio, es agradable con algunas iglesias como la Iglesia Matriz y otros pequeños rincones que preservan ese claro y goloso sabor portugués.




Se debe comenzar la visita desde la plaza en la que se ubica la estatua de Nuno Alvares de Pereira, que al frente de 6000 soldados y el apoyo de algunos ingleses, derrotaron en Aljubarrota a los 30.000 hombres que conformaban ejército de Castilla, siendo considerado este triunfo como imprescindible para que Portugal pudiera mantener su independencia frente al reino de Castilla.
Desde este punto se observa la belleza del exterior del edificio de estilo gótico flamígero con multitud de elementos ornamentales y decorativos. Impresionantes su pináculos, balaustradas, ventanas talladas, estatuas, etc.








El interior también es de suma belleza con espacios muy destacados como la Capela do Fundador, tumbas reales como las de los reyes João I y su esposa Philippa de Lancaster o las de sus hijos, los Claustros Real y de Dom Alfonso V, la Sala Do Capítulo y las muy atractivas Capillas Imperfectas que son uno de sus elementos mas atractivos y sorprendentes, debido a que están inacabadas y no tienen tejado que las proteja. Para visitar estas capillas hay que salir del Monasterio accediendo por la parte posterior.
Los elementos decorativos de todo el conjunto es muy vistoso, ventanas góticas, vidrieras, etc pero destacando sobremanera los arcos manuelinos del Claustro Real.










Terminamos el día de visitas con este muy hermosos monumento portugués , poniendo rumbo a nuestro alojamiento en CASA DO VALE TOMAR. Sus propietarios Jan y Nicole nos habían ofrecido la invitación de un aperitivo como detalle por nuestra estancia en su B&B. La idea era la de tomar este aperitivo y luego cenar en el mismo establecimiento en base a una propuesta culinaria de los dueños.
Tomamos con ellos unos un par de botellas de un muy rico vino espumoso portugués en un ambiente muy relajado y especial. Aquello que iba a ser una cena como clientes, se convirtió en un compartir mesa, conversación y experiencias con Jan y Nicole. Cenamos juntos una pasta exquisita acompañada por otras dos botellas de vino portugués tinto y rosado, además de helados al postre. Con tanta botella de buen vino, la fluidez de entendimiento y comunicación en inglés-portugués-español fue «perfecta»….jajaj , o al menos eso parecía!!!. Excelentes anfitriones esta familia belga. Recomendabilísima su casa, pero aún más su calidez y simpatía. Un 10 para ellos.
Perfecta rúbrica para un excelente día en esta ruta por el CENTRO DE PORTUGAL con castillos como el Almourol, la ciudad de Santarem, el pueblo de Óbidos (Quizás el más bello de Portugal) y las «ciudades» Monasterio de Alcobaça y Batalha.
