Ruta por Aldeias do Xisto.
Visitar en 1 día la Ciudad Templaria de Tomar.
Algunas dudas me generó la planificación de este día tanto en el momento de definición de las líneas generales del viaje, como en el mismo día anterior. Nos llamaba mucho la atención desplazarnos hasta la población de Marvao, situada en el Alentejo y con aparentes e indudables atractivos turísticos.
El problema es que hacer el recorrido para llegar hasta Marvao eliminando incluso las Aldeias do Xisto implicaba realizar al menos 260-275 km frente a los 140 finales. No solemos tener problemas con desplazamientos largos, pero estos días estaban siendo especialmente calurosos y teníamos ganas de llegar pronto a nuestro lugar de pernoctación antes de visitar en la tarde la Ciudad de Tomar y sus monumentos más destacados como son el Castelo, el impresionante Convento de Cristo que perteneció a la Orden del Temple, el Acueducto dos Pegöes o la Iglesia de San Juan Bautista. Dejo un mapa alternativo por si alguien le parece mejor está opción que la realizada por nosotros en el año 2016.
Al final decidimos dejar Marvao para otra ocasión, ocasión que si los dioses lo permiten se hará realidad en breve, considerando el momento de redacción de esta entrada. Estamos a finales de Marzo de 2019 y tenemos previsto y ya organizada una nueva ruta viajera para abril – mayo en la que recorreremos entre otros lugares, el Alentejo. Y por supuesto la olvidada Marvao del año 2016.
Desayunamos tranquilamente en XISTO SENTIDO, atendidos excepcionalmente por Carmen, una de las empleadas del lugar allá por el año 2016. Un buen café con leche, zumo, pan artesanal hecho en los famosos hornos comunales de muchos de los pueblos portugueses de la zona, jamón, queso, bizcochos caseros y sandía significaron una excelente ingesta de energía para afrontar el bonito día que nos esperaba.
A continuación la alternativa no realizada.
Y la que si finalmente hicimos.
140 km
A.- B&B Xisto Sentido. Martim Branco
B.- Sarzedas (18 km)
C.- Figueira (24 km)
D.- Agua Formosa (35 km)
E.- B&B Casa do Vale. Alverangel (36 km)
F.- Tomar (13 km)
G.- B&B Casa do Vale. Alverangel (13 km)
SARZEDAS
179 habitantes

Población un tanto simple de estructura con varias calles devcasas encaladas en yeso blanco. No le dedicamos mucho tiempo, bueno ciertamente todas poblaciones que visitamos son de muy reducidas dimensiones y se recorren de forma rápida.
Empezamos a encontrarnos con algunas fachadas de azulejos y aquí en Sarzedas pocas casas de pizarra, eso si una Plaza interesante con la Iglesia de San Juan Bautista y el Pelourinho del Siglo XVII, que es fiel reflejo de la importancia de esta población que fue Villa y Capital del Condado.









No no enredamos mucho más en Sarzedas, aunque si mal no recuerdo estuvimos ya fuera del casco urbano en su Iglesia Matriz y Campanario, pero no sé el motivo, aunque estoy seguro de haber hecho fotos no dispongo de ninguna.
FIGUEIRA

Nos gustó mucho. Una muy pequeña y tradicional aldea portuguesa, con prácticamente todas sus casas construidas con esquisto o pizarra. Nos gustó ese sabor a tradición rural de la aldea, de calles enmarañadas en torno al horno comunal, con numerosas casas también deshabitadas pero que otorgan un encanto especial a algunas zonas del pueblo. En Figueira pudimos ver una serie de cancelas que cierran en la noche las posibles entradas de lobos a esta zona del pueblo con ánimo de protección del ganado de los vecinos.
Como en todas estas pequeñas poblaciones se cumple con la tradición de mantener un horno comunal donde cualquier vecino puede cocer su pan y otros alimentos. Cuando pasamos por este horno se estaban cocinando varios panes caseros, alguno de los cuales terminamos comprando en la tienda que la agrupación de Aldeias do Xisto mantiene abierta en Figueira, la Loja de Aldeias do Xisto.
Se encoge un poco el corazón el saber que un año después d pasar por esta bella población , uno de los numerosos y dramáticos incendios que asolaron esta zona de Portugal en el año 2017 y que se llevaron por delante muchas vidas de personas residentes en la zona , así como la destrucción de una buena parte de sus posesiones. Una auténtica lástima con la que es además mucho más fácil empatizar después de haber conocido esta hermosa región de Portugal.


















AGUA FORMOSA

El trayecto entre Figueira y Agua Formosa se hace entre paisajes boscosos repletos de pinos y eucaliptos. Esos paisajes que un año después fueron pasto de los desastrosos incendios del 2017.
El trayecto entre estos dos pueblos, así como el acceso a Agua Formosa entre bosques y con una estrecha e inclinada carretera rodeada de vegetación y árboles, hace que se me pongan los los pelos de punta sabiendo que aunque no exactamente en aquellas carreteras pero sí en otras muy cercanos, y al menos con las mismas características de carreteras estrechas, desfiladeros y curvas cerradas se produjo la tragedia del 2017 en la que fallecieron numerosas personas.
Es más en el 9 día de Viaje pasamos exactamente por el lugar de la tragedia que se cebó con la población de Pedrogao por la que pasamos de vuelta al Hotel en el que dormimos varias noches en Penela, que a su vez está solo a 25 km de la tragedia. Acongoja la verdad a pesar del tiempo transcurrido. Sirva este blog y entrada de humilde homenaje para esta tierra portuguesa y sus habitantes.


Agua Formosa se ubica en un profundo valle , en la ladera de la montaña y sus casas descienden desde la parte alta a la que llega la carretera hasta la parte más baja bañada por las aguas del río Ribeira da Galega que da vida a la población y municipio, así como que condicionó las construcciones de las casas y de contención de aguas porque el cauce pasaba por debajo de las casas.














TOMAR
40.000 habitantes
Antes de dirigirnos a Tomar nos dirigimos al genial lugar, con geniales propietarios en el que pernoctaríamos durante las siguientes noches, el B&B Casa do Vale Tomar. Ubicada a 14 km de la ciudad templaria. En el trayecto encontramos los efectos de algún incendio con mucho humo en el ambiente, tierras quemadas e incluso restos aún con llamas muy cerca de la carretera.
Tuvimos una excelente recepción por parte de los anfitriones llegando sobre las 13:30. Nos encantó la zona de la piscina y decidimos tomarnos con calma el resto del día, para visitar la cercana Tomar a partir de las 5 de la tarde. Después de este estupendo relax viajero con baños en la zona de piscina y la correspondiente medio siesta que nos pegamos.
Sobre las cinco de la tarde nos dirigimos a visitar Tomar, que visitamos de manera bastante relajada y sin un plan prefijado como en otras ocasiones, sin pasar por la oficina de turismo. En primer lugar nos dirigimos en coche a la zona del Castillo y Convento de Cristo para después dirigirnos hasta el Acueducto de Pegöes dejando para el final de la tarde la visita a la ciudad.
Tomar es una ciudad de origen templario y unida a la Orden de los Templarios, debido a que en el siglo XII recibieron estas tierras por la ayuda que dieron al rey portugués del momento en la reconquista sobre los territorios ocupados por los árabes. Parece que un tal Gualdim Pais ordenó construir el Castillo y en su interior el para nosotros espectacular Convento de Cristo, que tiene influencias de diversos estilos arquitectónicos y está clasificado como patrimonio mundial por la UNESCO.
En la zona cercana al Castillo, el la Mata de los Sete Montes se dice que aún se celebraban rituales iniciáticos templarios y además hay otra Iglesia, la de Santa Maria do Olival que fue fundada por la Orden en el s.XII y que conserva las tumbas de algunos de sus Maestres.
También hay una influencia judaica que una vez fueron expulsados de España, se asentaron aquí entre otros muchos lugares los Judíos conservando una de las más antiguas sinagogas de Portugal.
Lo cierto es que no hicimos un recorrido demasiado ortodoxo ni preocupados por ver demasiado, motivo por el que adjunto aquí un recorrido ordenado de todo lo que habría que visitar y que nosotros vimos de forma inconexa. Espero que os puede servir de referencia para dar un paseo amplio por los principales lugares de interés que hay en Tomar.
El primer lugar al que nos dirigimos fue al Castillo que acoge al impresionante Convento de Cristo considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En la entrada compramos un billete combinado que también nos daría acceso a los Monasterios de Alcobaça y Batalha. Por 15 euros merece muchísimo la pena porque se trata de tres de los monumentos más destacados en Portugal. Nos gustaron mucho todos, así que desde aquí no podemos más que recomendar la compra del billete conjunto. Además la proximidad relativa entre todos ellos hace más que factible y recomendable la visita a cada uno de los mismos.
El Castillo fue construido en el siglo XII mientras que el Convento se fue desarrollando entre los siglos XII y XVII. Ambos pertenecieron a la Orden de los Templarios hasta el año 1314 pasando a la Orden de Cristo en el año 1357. Esta origen e influencia templaria se vende como símbolo de la ciudad de Tomar, girando prácticamente todo en torno a estos simbolismos e historia. El turismo de la ciudad vende perfectamente estos orígenes para tener toda la ciudad repleta de banderas y cruces templarias.








Tras cruzar las murallas por la puerta principal de acceso al castillo dejamos a la derecha el Castillo y su torre del homenaje para encontrarnos una amplia explanada desde la que ya se pueden ver las primeras edificaciones del Convento de Cristo, jardines y parterres que forman un precioso conjunto arquitectónico.
Inmediatamente nada más pasar la zona de jardines encontraremos los primeros perfiles del Convento que está formado por una serie de diferentes construcciones que se fueron construyendo durante cinco siglos y por lo tanto con una interesante mezcla de estilos que va desde el románico del Castillo al gótico de algunos de sus claustros, románico bizantino en la llamada Charola (Oratorio Templario), renacentista en otras partes así como Manuelino portugués. Podéis guiaros por el siguiente plano en el que se identifican todos y cada uno de los elementos arquitectónicos del conjunto, que como podéis ver son muchos.
La entrada al conjunto se hace por la Capela Sao de Sao Jorge, dejando previamente algunas construcciones en ruinas como la Casa do Capítulo o el Paço del Infante.











Lo que más destaca es su Iglesia de estilo Manuelino, cuya forma viene determinada también que en la misma se encuentra el oratorio templario de estilo bizantino de la llamada Charola. El estilo exterior es gótico manuelino muy exuberante en sus formas y detalles decorativos.
La visita es libre, permitiendo hacerse de una forma irregular, aunque nosotros seguimos más o menos el siguiente camino pasando en primer lugar por la Capela de Sao Jorge para llegar inmediatamente a uno de los siete claustros que se pueden ver durante la visita, el Claustro de Lavagem de estilo gótico, cuadrado, de dos plantas y decorado en los pasillos con decorativos azulejos de color azul.
Parece que era el lugar de trabajo de los frailes, especialmente el lugar de lavado de hábitos y de ahí quizás su nombre.
Claustro de Lavagem





De forma inmediata pasamos a otro Claustro del Cimiterio o Cementerio también de estilo gótico aunque en este caso de una sola planta, siendo el lugar de enterramiento de los frailes caballeros. Desde este claustro también se accede a la Sacristía Nueva del Siglo XVI y a la Capilla dos Portacarreiros con intensos azulejos de color azul.






Y una vez recorrido este claustro se llega a uno de los puntos estrella del Convento, la llamada Charola, Oratorio dos Templarios. Este oratorio privado de los caballeros templarios se realizó en el siglo XII con clara inspiración en la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén. Es todo un espectáculo formado por 16 lados que refuerzan el edificio y el oratorio propiamente dicho tiene los simbólicos y muy templarios ocho lados formados por grandes columnas compuestas. La decoración con diferentes pinturas sobre diversos pasajes bíblicos es impresionante.
Se terminó en el año 1190 y ya en el siglo XVI se unió al resto de la Iglesia Manuelina por medio de una arcada también profusamente colorida y decorada.
Dentro de la espectacularidad del lugar, así como el misterio que siempre deja todo lo relacionado con lo templario, nos encontramos con algunos visitantes cuando menos curiosos que hicieron la visita con gestos aparentes de rituales, brazos abiertos y otras zarandajas. En fin todo un espectáculo visual esta Charola del Convento.








Una vez disfrutada la Charola salimos de nuevo al exterior para ver la estructura exterior de la Iglesia que además está situado en altura sobre las plantas superiores de los claustros que la rodean y desde donde se pueden ver estos, la Iglesia y la espectacular Ventana Manuelina llamada Janela do Capítulo.
La decoración de la nave es muy profusa en ornamentaciones de carácter heráldico, religiosos y otros. Esto es especialmente visible en dos de las tres ventanas que conserva la Iglesia.









Bajando las diferentes plantas de los claustros permite una visión más frontal dela Janela do Capítulo.




Finalmente recorrimos los restantes claustros y dependencias del convento, como cocinas, comedores. El claustro más destacado es el llamado Principal, de estilo renacentista.











Antes de salir del Convento de Cristo vimos el final de lo que sería nuestra siguiente visita el Acueducto dos Pegöes que con 6 kilómetros de longitud fue construido entre el año 1593 y el 1613, con la intención de suministrar agua al Convento.
Nos desplazamos en coche hasta las afueras de Tomar, para apreciar el lugar de mayor elevación y belleza del Acueducto.








Resultó un día extraordinario hasta el momento y todavía nos faltaba recorrer los rincones de Tomar ciudad, con la que íbamos a quedar también encantados. Bajo nuestro punto de vista se trata de una ciudad muy tranquila en la que respiramos tranquilidad, sosiego y limpieza.
Además de estas notas más espirituales y subjetivas Tomar, dispone de un casco histórico pequeño y recogidito en el que se puede disfrutar no solo de este ambiente, sino también de varios monumentos y rincones más que notables, que convierten a Tomar en un destino imprescindible en Portugal.
Ciudad de tradiciones templarias tiene dos fiestas importantes, las Fiesta Templaria que se celebran durante el mes de Julio de cada año y la Fiesta de los Tabuleiros o de las Bandejas, que en este caso cada 4 años a caballo entre finales de Junio y principios de Julio.
De origen ancestral como culto y ofrenda la la Diosa Ceres, más de 500 mujeres portan sobre sus cabezas unas grandes bandejas que portan 30 panes y otros motivos ornamentales como flores y coloridos motivos de papel.
Nosotros no pudimos disfrutar de este espectaculo pero dejo algunas fotos de la web para que quien hasta aquí llegue pueda hacerse una idea del festejo.




Lo ideal es descender a la Ciudad desde el Convento de Cristo por la Mata dos Sete Montes, cuestión que nosotros como ya dije al principio de la entrada no hicimos, debido a que nos dirigimos en coche hasta la zona central del Acueducto dos Pegöes. Mata dos sete Montes , es el principal parque de la ciudad y visitando el mismo podréis disfrutar de alguna Ermita como por ejemplo la de Nuestra Señora de la Concepción , que nosotros no visitamos al igual de que la Capela de Sao Gregorio.
La organización del centro histórico de la ciudad de origen medieval, se organiza en forma de cruz marcando los cuatro puntos cardinales y estableciéndose en cada uno de estos extremos uno de sus conventos, quedando en el centro de esta cruz simbólica la Plaza de la República y la Iglesia de San Juan Bautista.

Nosotros comenzamos la visita desde esta plaza , aunque previamente pasamos con el coche por el Largo do Pelourinho, lugar habitual donde se suministraban los correspondientes castigos a los penados.
Estacionamos el coche cerca de la Plaza de la República, lugar desde el que comenzamos nuestro recorrido, previo visionado de algunas de sus bellas calles.

Ya en la Plaza hay que disfrutar de sus monumentos principales como son la Iglesia de San Juan Bautista de orígenes más antiguos que los que dejo la reforma realizada por Don Manuel allá por el el siglo XV, los Paços de Concelho, la estatua central que preside la Plaza y que representa a Gualdim Pais caballero templario fundador de la ciudad. Al fondo de la plaza se dibuja la silueta del Castillo y Convento de Cristo.








Avanzamos hasta el Río Nabao por la hermosa Rua de Serpa Pinto en el que algunas casas muy bellas, algunas de ellas con intensas decoraciones en el típico azulejo portugués y algunas destacadas en estilo Art Noveau como la Casa Havaneza.








El final de esta encantadora calle topa con el el Río Nabão y una zona muy agradable con edificios de blanco impoluto además de su reconocido carácter histórico como es el actual Complejo Cultural de Levada ubicado edificios históricos de molinos del siglo XII y construidos por los caballeros templarios, moliendas y lagares de la ciudad conocidos también como Lagares del Rey.





Por allí cerca también se encuentra la capilla de Santa Iria desde la que se puede ir a otro de los Monumentos más destacados de Tomar, la Iglesia de Santa María del Olival
Nosotros , como os comenté no hicimos un recorrido regular ni lógico , perdiéndonos algunos de estos monumentos y a otros llegando algo tarde para obtener imágenes de mediana calidad. Por ejemplo a la Iglesia de Santa María llegamos desdùés de cenar y ya con la noche encima.
Antes de este paseo semi nocturno caminamos por la Rua del Dr Joaquín Jacinto , muy típica calle con vistas a la silueta del Castillo y Convento de Cristo, además de coger en unos de sus edificios tanto a la Sinagoga como al Museo Hebraico. Tanto el uno como el otro cuando pasamos por sus puertas se encontraban cerrados al público.
Al principio de esta calle se encuentra el restaurante en el que decidimos cenar, La Casa Das Ratas. Poco atrayente el nombre pero del que nos gustó lo que pudimos ver de su carta y el ambiente de su terraza. Nos comentaron que cerraban a las siete de la tarde, así que reservamos y apuramos para recorrer con un poco de celeridad la calle de la que os dejamos algunas fotos.







La cena en Casa das Ratas estuvo agradable, cenamos bien y no por mucho dinero, con una sola advertencia. Al sentarte te ofrecen pedir la bebida y te ponen sin pedirlo un aperitivo, que en nuestro caso fue queso y unas olivas.
Lo que en otros restaurantes es un detalle de la casa en Casa das Ratas te lo cobran si lo comes, 3 euros por 8 pequeños trozos de queso y 80 céntimos de euro por las aceitunas. Llegamos con más hambre que el chavo del ocho y nos devoramos este pequeño aperitivo.
Después pedimos unas carnes a la brasa más una especie de embutido o salchicha caliente, que si mal no recuerdo en el restaurante llamaban Marhao. De postre un típico postre portugués, bomba de calorías para el cuerpo pero muy rico llamado Serradura. Todo ello acompañado por cervezas y agua, con un coste de 30 euros, incluido el comentado aperitivo, hace de este un lugar recomendable para comer bien por un precio muy razonable.

Después de cenar paseamos algo por la ciudad mientras caminamos en dirección al lugar donde estacionamos el coche con la intención de volver a al alojamiento, no sin antes dejarnos caer por una de las iglesias que también son símbolo de la ciudad así como del misterio de todo lo que se relaciona con lo templario, la Iglesia de Santa María del Olival.
Esta iglesia fue construida por los caballeros templarios en el siglo XII conservando su aspecto original. En ella se encuentran enterrados en tumbas góticas algunos de los más representativos caballeros templarios de la orden en esta zona. Además tiene una torre desde la que se dice hay un túnel que comunica con el Castillo y Convento de Cristo. Para darle mayor interés en la zona adyacente del recinto de la iglesia y dibujadas sobre la tierra varias cruces templarias le daban un aspecto si cabe más enigmático.






