Ruta desde desde España a Portugal.
Vilar Maior, Alfaiates, Sabugal, Sortelha, Belmonte, Castelo Branco y Martin Branco.
Comenzamos nuestro viaje el 22 de agosto de 2016 con un madrugón de los considerados moderados o incluso nulo para quienes incluso los fines de semana eso de levantarse a las siete de la mañana es “pecata minuta”. En nuestras estimaciones se cumplía perfectamente el recorrido sin tener que salir de la comodidad de la cama a horas intempestivas y teniendo en cuenta también el cambio horario que existe con respecto a nuestro vecino Portugal donde las agujas del reloj marcan una hora menos que en la piel de toro. Con estas consideraciones salimos de La Granja sobre las ocho de la mañana con la previsión de llegada al primer punto de visita en tres horas aproximadamente, Vilar Maior.
A.-San Ildefonso (Segovia)
B.- Vilar Maior (315 km)
C.- Alfaiates (19 km)
D.- Sabugal (14 km)
E.- Sortelha (18 km)
F.- Belmonte (19 km)
H.- Castelo Branco (72 km)
H.- Martim Branco (26 km)
VILAR MAIOR
Conforme al horario previsto llegamos Vilar Maior y nos dimos un buen paseo por este pequeño pero agradable pueblo, recorriendo sus calles algunas empedradas y otras sin ningún tipo de revestimiento, paseo cercano al castillo y su cementerio. Vilar Maior sin ser algo en extremo extraordinario nos gustó por su apariencia de autenticidad, debido a fundamentalmente a sus casas de piedra poco restauradas. Recorrimos sus calles e hicimos un paseo cerca de su Castillo , dicen de origen templario, además de su cementerio vallado con una robusta valla de piedra.
Además de las ruinas del castillo y de su iglesia, en el patrimonio histórico-artístico de Vilar Maior destacan también otros monumentos como la Iglesia Matriz de San Pedro, la Iglesia de la Misericordia, la capilla de San Sebastián,el pelourinho, el puente medieval sobre el río Cesarão y el Solar dos Rebochos, casa noble cuyos elementos arquitectónicos abarcan desde el siglo XVI al XVIII. En los antiguos Paços do Concelho (Casa consistorial) se ubica hoy un museo local.
ALFAIATES
331 habitantes
El siguiente pueblo fue Alfaiates, más grande que Vilar Maior pero siguiendo el esquema de casas y construcciones de piedra, parece que con el mismo esquema de construcciones. Destaca una curiosa plaza dominada por las edificaciones y puertas de entrada al castillo, soportales y bancos de grandes piedras situados en el centro de la plaza. También nos pareció muy interesante la estructura de un buen número de casas a las que se puede acceder por unas robustas escaleras construidas con imponentes escalones de granito y rematada en la puerta de entrada con un pequeño y ligero tejado protector de las inclemencias climatológicas.
En el patrimonio histórico-artístico de la freguesía destacan además del castillo, la Iglesia de san Tiago, la Iglesia de La misericordia, el pelourinho, el Convento de Sacraparte y el crucero del mismo nombre.
SABUGAL
331 habitantes
Sabugal además de ser la un pueblo de 2800 habitantes también es un Concejo que engloba algunos de los pueblos que habíamos visitado como o algunos de los previstos visitar durante el día. la población total del municipio se va a 12500 habitantes.
La zona histórica y con un mayor atractivo del municipio se encuentra cruzando la zona amurallada y principalmente por su excelente Castillo del Siglo XIII, conocido como el de Castillo de las Cinco Esquinas. Piedra y granito dominan las construcciones de esta zona del pueblo de Sabugal que se puede recorrer en muy poco tiempo. Casas antiguas con piedra oscura generan algunos atractivos rincones, casi siempre con el fondo del castillo y sus torres.
SORTELHA
444 habitantes
El siguiente pueblo fue Sortelha que casi con seguridad es el más recomendable de todos los que visitamos en el día. En un primer instante nos hizo recordar al Pueblo de Patones en Madrid, salvaguardando las distancias que dan la subjetividad y a veces la vaga memoria sobre lo visitado.
Es considerado uno de los pueblos más bellos de la región centro, estando recogido en la clasificación ALDEIAS HISTÓRICAS, clasificación creada en 1991 para conservar y promocionar un grupo de 12 pueblos históricos portugueses, dotados de la suficiente historia y patrimonio arquitectónico y cultural suficiente como para ser acogidas dentro de esta clasificación de iniciativa gubernamental.
Parece que su nombre en español Sortija, proviene de un juego medieval en el que los caballeros intentaban introducir una punta de lanza en un anillo de alto valor material y simbólico. Varias casas medievales como una de origen árabe, la casa del gobernador, la casa de la Cámara y la Cárcel, Puertas, Iglesias como la Misericordia o la de Nuestra Señora de las Nieves y el mismo Castillo son suficientes motivos para visitar esta antigua y evocadora villa portuguesa.
BELMONTE
3.200 habitantes
Belmonte es otro de los doce pueblos clasificado desde el año 1991 como «aldeia histórica·». Es una población mayor que Sortelha pero con un evidente menor atractivo sin que esto signifique que no tenga monumentos y rincones muy atractivos. Su historia lo determina la forma en cómo se le denomina como Tierra de Judíos y cuna de los “Cabrales”.
Belmonte integraba la línea defensiva que, antes de la firma del Tratado de Alcañices en 1297, protegía el Alto Côa. Una vez firmado este tratado con España y establecida la frontera fue perdiendo su importancia estratégica. Se le dice tierra de judíos porque en la mima época que los Reyes Católicos expulsaron a los judíos, en Portugal se promulgó también una ley que ordenaba a los judíos convertirse al cristianismo o bien ser expulsados. Un grupo de judíos se aisló en la población y mantuvieron sus preceptos judíos, en secreto y durante cinco siglos.
Y se le denomina también como Tierra de Cabrales porque el tercer hijo del «alcaide mayor» Pedro Álvarez de Cabral se convirtió en el Belmontense más ilustre porque siendo Capitán de la Segunda Armada Portuguesa a la India, descubrió las tierras de Brasil.
Hay que visitar la zona del Castillo del Siglo XIII, la Iglesia de Santiago y el Panteón de los Cabrales también del siglo XIII, las Capillas de San Antonio y del Calvario, recorrer el Barrio Judío , la Iglesia Matriz del año 1940 así como la Plaza del antiguo Ayuntamiento con su correspondiente e histórica picota. Por primera vez en este viaje descubrimos algunas imágenes costumbristas de casas habitadas con ropa tendida, primeras fachadas de azulejo portugués, etc.
CASTELO BRANCO
34.000 habitantes
En el momento de llegar a Castelo Branco el termómetro del coche marcaba 37 grados que no invitaban a la ejecución del plan de turista , consistente en hacer un recorrido detallado por todos los rincones de la ciudad. Pero como hay cosas en esta vida mucho peores que pasar algo de calor visitando una bonita ciudad , nos pusimos manos a la obra comenzando por la parte alta de la ciudad en la que se ubican las ruinas del Castillo y murallas del Siglo XIII.
En el mismo recinto del Castillo y por lo tanto también en la parte alta encontramos la bonita Iglesia de Santa maría do Castelo que en origen fue edificada también en el siglo XIII pero que en diferentes guerras en especial con Castilla fue incendiada, así como sufrió los rigores de las invasiones francesas. Posteriormente fue reconstruida en el siglo XIX debiendo a esta última reforma su aspecto actual. Esta zona es el más importante mirador de esta coqueta ciudad.
La ciudad de Castelo Branco dispone de una interesante página web desde la que se pueden ver un mapa interactivo con planos de la ciudad y la posibilidad de acceder a vistas en 360 así como información de cada uno de los elementos arquitectónicos, museos y lugares de interés. Haciendo un click en el siguiente mapa podréis acceder a esta aplicación.
Desde esta parte alta de Castelo, nos dirigimos en coche hasta el centro buscando un parking cubierto en el que dejamos estacionado el coche. Con el propio despiste de quien no conoce bien las indicaciones, el idioma y demás excusas dejamos el coche en un aparcamiento reservado. A la vuelta cuando recogimos el coche nos habían dejado una nota muy amable indicándonos nuestro error pero sin consecuencias mayores que las que provocamos de forma inconsciente en el propietario de aquella plaza.
El parking cubierto (creo) se encuentra en una zona bastante céntrica y una vez nos pusimos manos a la obra nos encontramos con algunos de las calles y monumentos destacados de la ciudad como son la Plaza Camoes en la que encontramos la Casa Do Arco do Bispo del Siglo XIII ,el Centro de interpretación del Bordado o la Casa da Cunha. Muy cerca calles de casas encaladas en blanco con sus correspondientes desconchados de las paredes y la Torre del Reloj.
Desde esta zona hicimos un pequeño recorrido para llegar hasta la entrada de los Jardines do Paço Episcopal pasando por algunos de los puntos más destacados de Castelo como son el Cruzero de San Joao, el Parque da Cidade, el Convento de Graça o el Museo Francisco Tavares Proença Junior dedicado al típico bordado de colchas de la ciudad.
Nos decidimos a entrar a uno de los lugares inexcusables si se está paseando por Castelo Branco como son los pequeños pero hermosos y cuidados Jardines del Palacio Episcopal. Se trata de un jardín de estilo barroco del siglo XVIII y que cuenta con bastantes especies arbustivas, lagos , terrazas , parterres, escaleras, estatuas, fuentes y diferentes lagos que constituyen a estos jardines como un lugar imprescindible de Castelo y muy atractivo.
Cuando terminamos decidimos sentarnos en una terraza cercana a la Sé Concatedral o Iglesia de Sao Miguel , en este caso del Siglo XVII. Al irnos pasamos con el coche por otros lugares de referencia de Castelo como son su Cámara Municipal o Solar de los Vizcondes de Oleiros, el edificio Renacentista del Solar de los Vizcondes de Portoalegre o el Tribunal de Justicia. No muy lejos un edificio más modernista como es el Centro Cultural y la Biblioteca Municipal que no llegamos a ver.
MARTIN BRANCO
Finalizamos la visita a Castelo Branco y dimos por concluido el día en cuanto a visitas se refiere , poniendo rumbo a nuestro alojamiento XISTO SENTIDO ubicado a 26 km en la aldea de Martim Branco. Muy pequeña población a la que nos dirigimos marcando el termómetro del coche 39 grados a las 18:05 hora portuguesa. Martim Branco no tiene mas que cuatro calles y nuestra casa rural , en la que echamos en falta una pequeña nevera con bebidas o similar , porque en el pueblo no hay ni tienda, ni bar.
Es una minúscula población conserva la autenticidad de este tipo de aldeas portuguesas, con viviendas realizadas en pizarra, también llamada Xisto, tiene algunos hornos comunales, enclavada rodeada de naturaleza y olivares a la ribera de un pequeño río.
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