Ruta en Borgoña.
Commarin, Semur en Auxois, Flavigny sur Ozeiran, Eposisses, Avallon, Vezelay, Noyers sur Serein, Auxerre y Vaux.
Nos quedamos dormidos como troncos en Clos de Fougueres, quizás debido a a la tranquilidad que se respira en todo el alojamiento y aunque pusimos el deepertador del móvil para levantarnos sobre las 8:30 de la mañana, lo hicimos una hora después. El desayuno que nos ofreció Catherine es buenísimo con zumo natural, croissants, brioches, tartas, brochetas de fruta, quesos locales, pan, mermeladas….un lujo!!!
229 km
Montoillot ( Clos de Fougeres)
Commarin (2,5 km)
Semur en Auxois (48 km)
Flavigny Sur Ozeiran (17 km)
Epoisses (29 km)
Avallon (23 km)
Vezelay (16 km)
Noyers Sur Serein (40 km)
Auxerre (36 km)
Vaux (Auxerre) (6 km)
CHATEAU DE COMMARIN
Teníamos a solo dos kilómetros este imponente castillo que comenzó como una casa fortificada en el año 1.200, pero que sufrió sus transformaciones más importantes en siglos posteriores, especialmente en el siglo XVI y posteriormente en el XVII y XVIII.
La puerta principal estaba cerrada , pero por una de las laterales pudimos entrar porque no había nadie vigilando.
Pasamos sin problemas, aunque una vez estábamos dentro observamos como medio cerraban la puerta por la que entramos y no dejaban pasar a otros visitantes. Nos hicimos los tontos y pudimos dar un paseo completo por el jardín, rodeando este muy bonito castillo, saliendo sin ningún problema por la misma puerta por la que habíamos entrado.
Los exteriores del castillo son muy sugerentes con todas sus edificaciones, torres cuadrados de tejados rojizos, torres circulares de tejados pizarra y los fosos de agua que reflejan como un espejo las imágenes del mismo.
Dejo unas fotos de la vuelta que dimos a todo el perímetro del Castillo.








SEMUR EN AUXOIS
Pueblo de 4.400 habitantes que nos gustó mucho, especialmente en el recorrido extramuros, cerca de dos de los puentes más importantes de la ciudad, el Pont Joly y el Pont Pinard.
Es imprescindible ir a estas ubicaciones porque son los lugares desde donde se pueden apreciar las mejores vistas del pueblo, de su silueta, de las cuatro torres que formaron parte del antiguo castillo, murallas, iglesias, etc.
En primer lugar fuimos a la zona del Pont Joly construido en 1784 con mayores dimensiones y altura que el Pont Pinard.



Muy buenas las vistas, pero es que desplazándote hasta las inmediaciones del pequeño Puente de Pinard las cosa mejora más aún si cabe y desde allí creo que sacamos unas fotazas que reflejan de maravilla el alma y encanto de Semur.




Subimos a la zona del casco histórico para visitar su Colegiata de Notre Dame, de estilo gótico del siglo XIII, pasear por sus antiguas calles llenas de puertas de entrada al casco histórico y de típicos comercios de estilo claramente francés.










FLAVIGNY SUR OZERAIN

Muy pequeño pueblo de solo 340 habitantes con un cuco casco histórico de aspecto medieval que le permite estar incluido en la Clasificación de «Pueblos más bonitos de Francia».





Construido alrededor de una abadía benedictina fundada en el Siglo VIII, tiene todo lo típico de un pueblo de características medievales, sus murallas, puertas fortificadas, calles empedradas, casas y mansiones. Y además nos traslada al medievo por medio de la gastronomía ,con su dulces anisados que todavía se hacen en la antigua abadía.



Hay que visitar también en las ruinas de la antigua abadía Saint Pierre, la cripta de época carolingia. La entrada está algo descuidada , pero es libre y gratuita.


EPOISSES
Nuestro destino siguiente que tenía planificado era Avallon, pero por estos cosas de las carreteras y el destino pasamos por el medio de este pueblo en el que de nuevo hubo algo que nos llamó la atención, su castillo. Importante es también su iglesia y los quesos del mismo nombre que tienen denominación de origen y que vienen fabricándose desde el siglo XVI.
Hicimos la correspondiente parada y recorrimos el recinto amurallado del castillo, pasando por la puerta de entrada en la que no había ningún control.
Cuando ya terminábamos de dar el rulo, se nos aproximó un paisano en bicicleta y a cierta velocidad, más bien nos persiguió diciéndonos algo en un francés ininteligible….. quería que pagásemos la entrada, pero nosotros hicimos uso del útil , «je ne comprend pas». …… y allí parecía que quedaría la historia , porque se fue , para volver tres minutos después con un folleto explicativo y la petición del precio de la entrada de dos euros. Los pagamos gustosamente porque el recinto del castillo era merecedor del paseo que le pegamos.
De Epoisses no vimos más que este recinto en el que hay un doble perímetro de murallas, encontrándose en el primero casas, palomares y la Iglesia del siglo XII.


Después de pasar primer anillo de murallas se llega al foso y murallas que defienden la parte noble del castillo.



AVALLON
Ciudad que estuvo totalmente fortificada, conserva algunos de aquellos elementos como pequeñas calles, torres, baluartes. Nos dejamos guiar por el plano que nos dieron en la oficina de Turismo, lugar donde aparcamos.
Paseamos por la calle principal que lleva directamente a la Puerta del Reloj, que una vez cruzada nos deja en una pequeña plaza en la que se encuentra la Iglesia de Saint Lazare, entorno a la que se muestran algunas de las imágenes mas evocadoras de Avallon.





VEZELAY

Elevado sobre una colina, llamada la colina eterna, se sitúa la su famosa Abadía, clasificadas ambas por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad desde 1979. Comprendida en el camino de Santiago de Compostela, los peregrinos que hacen el mismo todavía pasan Vezelay.
Hay que dejar el coche en la parte baja del pueblo y subir por su empinada calle principal, que lleva directamente (eso sí después de un largo trayecto) hasta la zona de la Abadía , actualmente conocida como la Basílica de Santa Magdalena.




Después de esta agradable subida se llega a la cima de la colina, encontrándose en una explanada la Basílica de Santa María Magdalena, iglesia monástica del siglo XII, considerada como una una obra maestra del arte románico de la Borgoña tanto por su arquitectura como por sus 118 capiteles y su pórtico esculpidos. El exterior es magnífico









El interior de la Basílica es una nave románica, la más amplia de Francia en la que destacan y domina la luz que recibe la misma , como las majestuosas obras escultóricas que encontramos en cada paso que damos tanto en su capiteles, como en los tímpanos que presiden cada una de sus puertas.





NOYERS

Tuvimos dudas sobre las posibilidades y conveniencia de llegar hasta Noyers debido a los ya muchos lugares visitados en el día, además de los kilómetros acumulados, puesto que si íbamos directamente a Auxerre habían como unos 50 km, mientras que pasando por Noyeres haríamos uno 25 kilómetros de más.
Al final nos decidimos por ir ( que raro en este par de locos!!!!!) y mereció la pena porque se trata de un hermoso pueblo que hace honor a la clasificación que le acoge.
Es un pequeño pueblo fortificado con varias puertas de entrada, que tuvo su esplendor entre los siglos XII y XVI, del que conserva un buen puñado de casas. Se dice que hasta 78 casas del pueblo están clasificadas como monumentos históricos.



Algunas de estas casas son entramadas en madera, con esculturas talladas de época, muy singulares.



El paseo por este pequeño pueblo fue muy agradable.






AUXERRE
Antes de visitar la ciudad de Auxerre ciudad de 37.000 habitantes, dejamos nuestras cosas y nos aposentamos en el B&B, situado en la población de Vaux, a solo 6 kilómetros de la primera, capital del departamento borgoñés del Yonne.
Llegamos al atardecer, por lo que solo pudimos dar un breve paseo por alguno de los puntos más importantes de Auxerre, como son la Catedral de Saint Etiennne, La Torre del Reloj y la Abadía de Saint Germain, con un recorrido parecido al reflejado en el siguiente google. maps, que sumó a las caminatas previas, otros dos kilómetros y medio a nuestras cansadas piernas.
Partimos desde uno de los aparcamientos del Quai de la Republique situado en la ribera del Rio Yonne, una zona muy bien acondicionada de paseos y zonas verdes. Desde allí hay una espectacular vista de la zona más elevada de la ciudad y del río.


Subimos hasta la Catedral, que ya estaba cerrada, así que nos tuvimos que conformar con el disfrute de su exterior y del entorno que le rodea.




Nos dirigimos callejeando a otro de los lugares emblemáticos de la ciudad, la zona peatonal de la Torre del Reloj, estupenda torre del siglo XV de estilo gótico flamígero. En un pequeño y precioso espacio encontramos la torre, el ayuntamiento y numerosas casas entramadas en madera que confieren a la zona un aspecto medieval.
Solo un pero, puesto que a pesar de ser solo las 8 de la tarde, la ciudad en esta zona estaba semi vacía, sin alma, sin vida…. comercios cerrados, basura en las puertas de las casas a la espera de ser recogida, además de que las únicas personas que vimos en esta zona a esta hora no inspiraban demasiada confianza.
Aún siendo muy bonita la zona hicimos el recorrido bastante ligeritos. Muy posiblemente no había ningún peligro pero…..




Seguimos el recorrido con la intención de llegar hasta la zona de la Abadía de Saint Germain con orígenes en la época carolingia.


Por calles vacías de gentes, volvimos con rapidez a la zona del río en donde encontramos algo de vida, con terrazas, restaurantes e incluso gente cenando en las mismas.
De veras que el trayecto por las calles de Auxerre hasta que volvimos a la zona del río, fue un poco sorprendente por los motivos ya explicados.


Nos pareció que la no mucha gente que disfrutaba de esta tarde de verano, estaba en estas terrazas, habiendo dejado vacío el casco histórico e imaginamos que en una hora menos tardía el ambiente de esta zona se encontraría mucho más animado.
Antes de llegar y bajando por algunas de las calles pudimos ver de nuevo estupendas casas entramadas en madera.


Cenamos en una terraza antes de volvernos a Vaux, para descansar y tomar las fuerzas necesarias para el día siguiente, en el que nos desplazaríamos hasta Burdeos, parando previamente en dos castillos del Loira y con una visita casi simbólica a la ciudad de Orleans.
Si Alsacia nos había gustado, la Borgoña lo hizo tal y como ya lo habían hecho hasta la fecha otras regiones francesas.
