Rutas

Día 5. Ruta de 8 días en coche por el Alsacia-Borgoña-Loira y Burdeos.


Viajar de Alsacia a Borgoña.

Dijon, Beaune, Chateau de Rochepot, Chateau de Sully, Arnay le Duc , Chateau de Villeneuve , Chateauneuef y Montoillot.


Nos levantamos bastante pronto porque teníamos por delante un día intenso con bastantes kilómetros por delante, varias ciudades pueblos y castillos  en los que hacer una parada antes de llegar a Montoillot, punto final de la ruta que teníamos prevista para este día.


445 km

Plobsheim ( La Corderie)

Dijon (318 km)

Beaune (44 km)

Chateau de Rochepot (17  km)

Chateau de Sully (21,5  km)

Arnay le Duc (18,8 km)

Chateau de Villeneuve (8,2 km)

Châteauneuf (10,3 km)

Montoillot (6,9 km)


El primer tramo del recorrido es el más largo puesto que hasta la ciudad de Dijon hay 318 kilómetros, rápidos de recorrer por medio de autopista. Pensando en este desplazamiento se pueden ahorrar unos kilómetros si se duerme durante la estancia en Alsacia en algún punto más centrado con respecto al que nosotros buscamos en Plobsheim. Tampoco es demasiado porque como ya escribí al principio de la página , entre Plobsheim y Colmar hay solo 61 km.

Así como el recorrido por Alsacia fue muy detallado, en Borgoña hicimos un paso más superficial, puesto que en dos, tres días  días resulta difícil visitar una región de las dimensiones de Borgoña.

Nuestro paso fue visitando algunas de las ciudades y pueblo más importantes, pero por ejemplo no hicimos de forma detallada las varias y conocidas rutas de los vinos de la Borgoña. Tocamos algunas de las poblaciones incluidas en las mencionadas rutas pero no seguimos las mismas al completo por falta de tiempo.

Las grandes zonas vitivinícolas de la Borgoña se pueden ver en la siguiente imagen.

Y a partir de estas regiones se delimitan varias rutas: 

  • La Route des Grand Crus, en ocasiones denominada “los Campos Elíseos” de Borgoña, conduce de Dijon a Santenay, pasando por Nuits-Saint-Georges y Beaune, y permite conocer 24 de los 33 grandes vinos con que cuenta Borgoña. 

  • La Ruta Turística de los Grandes Vinos de Borgoña recorre los viñedos de Maranges, Couchois y de la Côte Chalonnaise.

  • La Ruta de Los Vinos Mâconnais-Beaujolais que serpentea a través de la parte meridional de los viñedos borgoñones.

  • Al norte de la región, la Ruta Turística de los Vinos del Yonne propone varios circuitos alrededor de Chablis, Auxerre, Vézelay, Tonnerre y Joigny, y una nueva Ruta del Crémant acaba de ser inaugurada en los alrededores de Châtillon-sur-Seine.

  • En el extremo oeste, fuera de la zona de denominación Borgoña, pero situada en el territorio de la región, la Ruta de los Viñedos de Pouilly-Sancerre permite descubrir la parte borgoñona del Valle del Loira.


Bien se puede observar que pasamos de una región eminentemente vitivinícola como es Alsacia a otra con tanto o más prestigio al respecto, Borgoña.

Una pena no poder hacer los recorridos de forma más completa ya que solo viajamos desde Dijon hacia el sur para llegar hasta Beaune, volviendo a subir al norte de la región pasando por Vezelay y terminando en Auxerre. Tocamos destinos esenciales de algunas de las rutas, pero no las vimos al completo y las del sur de la región ni las tocamos.

La primera toma de contacto con esta región comenzó por su capital, la mediana y muy atractiva ciudad de Dijon

DIJON

Antigua capital del ducado de Borgoña, es la ciudad más habitada de la región con unos 150.000 habitantes. Cuenta con un patrimonio arquitectónico muy bien conservado, que le hace estar incluida en la clasificación francesa de Ciudades de Arte e Historia.

Es conocida también por su rica gastronomía  que incluye tanto los vinos de la región, como la famosa Mostaza. La tienda de Maille, marca que vemos habitualmente en España se encuentra en una de las calles de la ciudad en la que se vende desde hace más de dos siglos tan característico producto.

Hicimos una ruta por la ciudad a nuestro aire, pero orientados por la llamada ruta de la Lechuza, símbolo de la ciudad y que llena el suelo de sus calles con  placas triangulares doradas que marcan el camino que hay que seguir para ver los lugares más singulares de la ciudad.

El recorrido que nosotros hicimos fue el que se puede observar en el siguiente mapa

Comenzamos por la zona cercana a la Catedral gótica de Notre Dame, edificada en el siglo XIII. Muy especial es su fachada occidental en la que sostenidos por varios pilares hay tres hileras de curiosas gárgolas.

Seguimos por algunas de sus calles primero en dirección a la zona del Mercado Les Halles. Las calles en este tramo nos dejan bellas imágenes de sus edificios y de su arquitectura, como por ejemplo la Torre Philippe le Bon de más de 46 metros de altura 

De allí y siempre sorprendidos por las variantes arquitectónicas de la ciudad nos vamos al arco del triunfo o Puerta Guillaume del año 1788.

Persiguiendo nuevos puntos de interés nos acercamos hasta la Catedral gótica de Saint Benigne y la casi contigua Iglesia de Saint Philibert, en este caso de estilo románico.

Una nueva iglesia nos esperaba la Eglise de Saint Jean, también de estilo gótico. Actualmente en desuso como edificio de carácter religioso es utilizado como el Théâtre Dijon Bourgogne que acoge el Centro Dramático Nacional francés.

El siguiente  punto de nuestro recorrido fue la Place de La Liberation en la que se encuentra el grandioso Palacio de los Duques de Borgoña construido en estilo gótico entre los siglos XIV y XV. Se fue ampliando posteriormente, con  los edificios más visibles en la actualidad y la Plaza que los acoge,  planificados en estilo Clásico allá por el siglo XVIII.

Si el patrimonio que ya habíamos visto nos parecía muchísimo, aún nos quedaba una nueva Iglesia , la de Saint Michel. Se empezó a construir en 1497 aunque se terminó mucho más tarde advirtiéndose en su arquitectura la huella renacentista de su terminación.

Solo nos quedaba volver a la zona de la Iglesia de Notre Dame por la parte oriental de la misma, en la que además de algunos importantes palacios se encuentra el llamado Viejo Dijon de bonitas casas entramadas en madera.

Y para terminar debíamos buscar en la Iglesia de Notre Dame la famosa lechuza que tiene esculpida en uno de sus laterales. Posicionándose de frente a la fachada principal de la iglesia podemos encontrar la lechuza en el lateral izquierdo del templo. 

Dicen que si se toca con la mano izquierda da suerte a quien así lo hace, motivo por el que no nos quedó más remedio que cumplir con el debido ritual.

BEAUNE

Ciudad de 22.000 habitantes que nos gustó de manera especial. Llevábamos dos visitas en la región de Borgoña y llevábamos un pleno en satisfacción.

Alsacia es singular y diferenciada por sus numerosas casas y construcciones entramadas en madera. Pero en Borgoña volvíamos a encontrar esa construcción típica francesa que nos entusiasma de empinados tejados de pizarra, fachadas de piedra o simples revocos de cemento, ventanas con la protección de postigos de madera.

Beaune fue, antes que Dijon, la capital de Borgoña y actualmente se hace denominar como la Capital del Vino de Borgoña.

Conserva un casco histórico con murallas, algunos monumentos civiles y religiosos, y debajo de estos lugares, de las calles empedradas y plazas bien cuidadas, aún se conservan las bodegas que dieron, otorgan fama a la ciudad y a su entorno vitivinícola.

Fuimos directamente al grano, para visitar el más importante y famoso monumento de la población , el Hospicio o Hôtel-Dieu, una  joya del arte flamenco-borgoñón que fue fundada en 1443 para este fin y que  mantuvo sus funciones hasta 1971.

Lo más destacado es su patio interior desde el que se tiene una excelente estampa de los edificios que conforman el hospital con sus cubiertas de tejas barnizadas multicolores y preciosas buhardillas de madera.

El interior es también muy interesante, siendo un ejemplo la Grand Salle repletas de camas de época para los enfermos, cocinas, farmacia, tal y como teóricamente funcionaba el Hospital.

En la Grand’salle , también llamada habitación de los pobres, de 72 m de largo, rematada por una bóveda carenada de madera, el mobiliario se ha recreado tal como era en el s. XV.

La guinda de la visita se encuentra en una de las salas finales del recorrido en la que se debe hacer una inevitable parada para observar una extraordinaria obra de arte, el políptico del Juicio Final, de Roger van der Weyden.

Una vez culminada la visita al Hospicio nos dedicamos a dar un paseo por el pueblo. Sus calles y plazas nos encantaron, quizás debido a que tienen el encanto típico francés que tanto nos entusiasma, ese encanto de calles floridas, cuidadas decoraciones y el delicado sabor antiguo en todos los detalles.

Otros dos edificios muy interesantes de Beaune tales como la Collégiale Basilique Notre-Dame y su entorno, el Hotel de los Duques de Borgoña , actual museo del Vino, la Maison du Colombier, el Ayuntamiento , la Torre del Reloj, su ronda semi amurallada o la Puerta de San Nicolás hacen que la visita a Beaune sea extraordinaria.

Abandonamos Beaune para dirigirnos al destino final de Montoillot, previo paso por un Castillo, el de Sully para culminar tan buen día visitando y cenando en la población de Chateneuf.

Pero lo cierto es que una vez metidos en la Borgoña, nuestros planes se fueron complementando con sorpresas inesperadas que nos asaltaban cuales bandoleros, especialmente cuando transitamos por la Ruta des Grandes Crus.

De este modo nos topamos con estas pequeñas sorpresas, para las que no tuvimos tiempo suficiente, por ejemplo para visitar los interiores de dos de los castillos que así encontramos como fueron el de Rochepot o el de Villenueve.

De igual manera  pasamos por medio de Arnay Le Duc que nos llamó la atención, por lo que le dimos una rápida pasada casi sin bajarnos del coche.

Lo primero con lo que nos encontramos nada más salir de Beaune fueron los campos de viñedos y a 16 kilómetros la silueta que surgió entre los bosques, la  del espléndido castillo de siglo XIII en Le Rochepot

El siguiente destino fue el señorial Chateau de Sully. No llegamos lo suficientemente pronto como para poder entrar porque cerraba a las seis de la tarde, pero pudimos sacar algunas fotos de su fachada de entrada. Lástima no haber llegado antes!!!!

El camino que continua desde allí comenzó a cambiar de paisaje, convirtiéndose los campos de viñedos en zona de pastos para ganado en las que las vallas que separan las diferentes propiedades están totalmente cubiertas por vegetación.

Pasamos por la población de Arnay le Duc que nos dejó algunas bellas imágenes en la retina y en nuestras cámaras fotográficas.

Otro nuevo castillo se nos cruzó en el camino. ¡¡¡¡Qué fácil resulta encontrar castillos  en Francia por todas partes!!!!  Chateau de Villeneuve.

Châteauneuf, Cote d´or

El pequeñísimo pueblo de Chateauneuf estaba incluido dentro de nuestro plan de viaje, al igual que se encuentra dentro de la clasificación de Pueblos más Bellos de Francia.

Nos dejó entusiasmados con su precioso castillo, la estampa desde la subida al pueblo y sus viejas calles de casas de piedra.

Después de dar un par de vueltas al pueblo fuimos a dejar equipajes a Clos de Fougueres, para posteriormente volver a Chateauneuf donde cenamos en una terraza del Auberge du Marronier. La caída de la noche nos permitió realizar algunas muy buenas fotos.


 

 

Deja un comentario