Rutas

Día 2. Ruta de 8 días en coche por el Alsacia-Borgoña-Loira y Burdeos.


Ruta en coche por pueblos del centro de Alsacia. Los Vosgos

Kintzheim, Chateau de Haut Koenisgsbourg, Chatenois, Dambach la Ville, Blienschwiller, Itterswiller, Andlau, Mittelbergheim, Barr, Monte Saint Odile, Otrott, Obernai, Boersch  y Rosheim.


Día espectacular con pueblos y más maravillosos pueblos, rodeados de paisajes inundados de verdes viñedos. Son pueblos en lo general pequeños y que se visitan con cierta rapidez por lo que, aunque pueda parecer mucho o excesivo lo que vimos, no lo es tanto si se considera que solo hicimos 116 kilómetros de coche. Algunos de los pueblos los vimos al pasar con el coche por sus calles centrales como las dos últimas poblaciones en las que a la hora que pasamos ya estaba anocheciendo. Día intenso y agotador pero plenamente satisfactorio.

Algunos de los lugares que llegamos a visitar estaban planificados para los días siguientes, pero observando que con el ritmo ágil del día consideramos factible llegar a estos sitios no previstos para el día.

Ampliamos por lo tanto y nos pegamos un gran empacho de pueblos alsacianos. Aunque el día fuera un poco paliza, al día siguiente, en el que en la mañana teníamos previsto visitar Estrasburgo, conseguiríamos unas horas de descanso y relax por la tarde en La Corderie. Si teníamos suerte con el tiempo incluso podríamos pasar una tarde de piscina. Este último deseo  falló porque el tiempo en lo climatológico no llego a estar como para hamaca, jardín y piscina….


116 km

Plobsheim (La Corderie)

Kintzheim (41,8 km)

Chateau de Haut Koenisgsbourg (8,3 km)

Chatenois (9,9  km)

Dambach la Ville (9,5  km)

Blienschwiller (2,7 km)

Itterswiller (3,6 km)

Andlau (3,8 km)

Mittelberheim (2,4 km)

Barr (2,4 km)

Monte Saint Odile (13 km)

Obernai (4,1 km)

Boersch (3,8 km)

Rosheim (3,6 km)

Plobsheim (29,8 km)

KINTZHEIM

Primer pequeño situado a 40 km de Plobsheim y de solo 1500 habitantes. Varias calles con edificios y casas entramadas en madera y muy coloridas, además de ser interesantes las ruinas de su castillo del siglo XII. El nombre del pueblo de origen merovingio significa «Pueblo del Rey» ( Kintz, Rey y Heim, Pueblo)

El pueblo se recorre rápidamente, prácticamente son dos calles pero merece la pena bajarse a estirar un poco las piernas.

No es lo más vistoso, comparativamente hablando con algunos de los impresionantes pueblos que veríamos en ese día pero está en el camino y se ve en muy poco tiempo por lo que es una buena idea dar un pequeño paseo por sus calles. 

En sus casas se aprecia de forma notable algo que es habitual en Francia, como es la ausencia de persianas en las ventanas , que son sustituidas por atractivos cuarterones en las ventanas. En Kintzheim pudimos disfrutar de una gama muy variada. 

CHATEAU DE HAUT KOENISGSBOURG

Es uno de los más visitados de Alsacia además de uno de los monumentos más visitados de Francia. 

Su actual esplendor se debe al Káiser Guillermo II de Alemania puesto que a principios del siglo XX cuando la región perteneció durante tres décadas a Alemania, promovió una controvertida restauración con la intención de reivindicar el pasado germánico de la región.

El precio de la entrada fue de 8 euros, y creo que merece pagar este precio para la visita del castillo, de sus salas, patios y de las espectaculares vistas que se obtienen desde su elevada situación, tanto de la planicie alsaciana como de las montañas de Los Vosgos. 

El castillo requiere de un buen espacio de tiempo para  visitar detalladamente,  porque es bastante grande con salas y salones de profusas paredes pintadas, antiguos mobiliarios, amplios patios, almenas defensivas, etc

CHATENOIS

Nos gustó mucho este pueblo de 3.000 habitantes. Llovía cuando llegamos, aunque al poco de bajarnos del coche la lluvia nos dio un respiro, pudiendo recorrer su recinto amurallado y puertas de entrada, la zona cercana a la iglesia con su espectacular y colorida torre de coloridas  tejas. Muy cerca un bonito jardín medieval.

DAMBACH LA VILLE


Tranquilo pueblo de 2000 habitantes, pero al igual que los anteriores con numerosas casas entramadas en madera. Conserva parte de sus antiguas murallas con tres torres-puerta de entrada a la población.

Antes de entrar a deambular por las calles y plazas del pueblo, aconsejo subir en coche o caminando hasta una pequeña colina cercana donde se encuentra la Capilla de San Sebastián de campanario románico y nave gótica.

Además del encanto en si de la zona, desde la zona de la iglesia hay unas buenas vistas de Dambach y sus extensos viñedos que con 470 hectáreas, dicen es el más extenso de Alsacia.

Ya en el recinto urbano, una vez cruzamos cualquiera de las puertas de entrada que dan acceso al recinto amurallado nos encontramos con la arquitectura tradicional de la zona de casas entramadas en madera y bellos cuarterones en las ventanas.

Muy bonito todo el recorrido pero especialmente la zona de la Plaza del Mercado en el que se ubica su ayuntamiento, edificio de tejado escalonado así como otros edificios de estilo renacentista. Detrás del ayuntamiento se encuentra la iglesia parroquial, reconstruida en el siglo XIX.

BLIENSCHWILLER

Pueblo situado en plena ruta de los vinos de Alsacia, pero de dimensiones muy reducidas y solo 288 habitantes.  Es pequeño pero muy bonito tanto por su arquitectura tradicional como por el entorno natural plagado de viñedos.

Siguiendo la ruta se pasa por dos pequeños pueblos que vimos de pasada, Nothalten e Itterswiller. Nosotros no paramos en los mismos y entiendo que no es necesario. Desde la carretera se sigue disfrutando de un paisaje hermoso.

ANDLAU

Un poco mayor que los pueblos anteriores , nos gustó bastante esta población de algo más de 1.000 habitantes. La llegada desde Itterswiller es preciosa con vistas del pueblo sobre las onduladas colinas repletas de viñedos y abetales.

En los alrededores de Andlau hay dos castillos en ruinas símbolo de su importante pasado. Además de las típicas casas alsacianas se puede apreciar en la población, una Abadía con origen en el siglo IX y su Iglesia que conserva algunos restos del siglo XII.

MITTELBERGHEIM


Pueblo incluido en la clasificación de pueblos más bellos de Francia que nos gustó pero en el que no encontramos tanto como para que merezca estar inmerso en tan prestigiosa clasificación.

Se advierte al llegar a este pueblo el cambio en la arquitectura de sus casas con respecto a muchos de los pueblos alsacianos, encontrando menos casas entramadas en madera , más en piedra y de influencia renacentista.

Cuando estábamos caminando por las calles de Mittelbergheim la tranquilidad del pueblo se alteró por el movimiento de ambulancias, bomberos, voluntarios de protección civil.  Parecía que había o estaba pasando algo trascendente. La realidad fue el simple choque entre dos coches, con daños mínimos, pero que generó una movilización de casi todo el pueblo. Estuvo muy gracioso observar el movimiento de vehículos y personas para tan poca cosa. Quizás fuese un simulacro…..

BARR

Barr es uno de los pueblos más grandes que visitamos en el día, y a pesar de este detalle solo tiene 7.000 habitantes.

Hay que dedicar algo más de tiempo que en los anteriores para hacer el tour obligatorio por su casco histórico con bastantes calles peatonales empedradas, edificios y viviendas entramadas con numerosos adornos florales.

En la plaza destaca el ayuntamiento construido allá por el año 1640 en estilo renacentista  sobre las ruinas de un antiguo castillo, además de otras muy bonitas casas que lo acompañan.

MONTE SAINTE ODILE

Es impresionante como en tan poca distancia vamos encontrando pueblos, castillos, monumentos,  etc a 2-3 kilómetros los unos de los otros. Para llegar al Monte Sainte Odile hay que hacer un poco más….. 13 kilómetros desde Barr o 12 desde Otrott.

Nosotros decidimos llegar desde Barr para, después de ver rápidamente el monasterio que hay en la cima del monte, llegar hasta Otrott. Una pequeña vuelta de 25 km por las montañas de los Vosgos.

El monasterio de la cima está edificado en honor de la Santa Odilia, cuya leyenda se conoce por medio de un texto anónimo del año 950 y que más o menos reproduzco en estas líneas.

«El padre de Odilia era el duque de Alsacia Adalric, esperaba tener tener un hijo varón, y más aún al ver que Odilia nació ciega. El duque  decidió de matar a su hija, pero Bereswinde, la esposa de Adalric, confía a Odilia a una nodriza quien la tiene por doce años, antes de enviarla al monasterio de Balme situado entre Besançon y Montbéliard

La niña no había sido bautizada aún. San Erhard, un monje irlandés y obispo de Ardagh, conde de Longford, tuvo una visión en la que Dios le ordenaba de ir a Balme a fin de bautizar a Odilia, cosa que hizo algunos días después.

Al momento que el Santo Óleo toca los ojos de Odilia, ella recobra la vista. El milagro tuvo gran resonancia, pero no cambió el pensamiento de Adalric. Lejos de alegrarse, ya que Odilia regresa acompañada de su hermano Hugo, se llena de furia que mata a este último. 

Más tarde, se arrepiente y da a Odilia su castillo de Hohenbourg, el cual transforma en monasterio. El castillo estaba construido sobre una montaña, pero los muchos fieles, en gran cantidad  enfermos, no podían llegar o lo hacían difícilmente. Odilia hizo construir para ellos un segundo establecimiento llamado Niedermünster, dicho de otra forma, un monasterio en la parte baja»

Actualmente en la cima del monte se encuentra un convento reconstruido en diferentes periodos a partir de su primitivo establecimiento llamado de Hohenbourg, fundado en el siglo VII según la tradición por Odilia de Alsacia, hija de los duques de Alsacia merovingios y venerada por la Iglesia Católica como Santa Odilia, patrona de la región, cuyos restos reposan junto a lo de los duques en este lugar. 

Desde la alta Edad Media es un destino de peregrinaje espiritual frecuentado en particular, por personas afectadas de enfermedades oculares.

La cima del monte tiene un conjunto de edificios construidos con piedra rojiza que conforman el monasterio , desde los cuales se divisan excelentes vistas de los Vosgos.

OTTROTT

A los pies del Monte Sainte Odile está Ottrott que cuenta con 1500 habitantes. Lo visitamos muy rápidamente viendo algunas de sus calles más llamativas , que todo dicho sea en honor de la verdad y después de haber visto otros pueblos, es menos atractivo. Pero esta última afirmación se debe ver en perspectiva y de forma comparativa porque Ottrott también ofrece al visitante un entorno y calles con encanto, como casi todos los pueblos de la Ruta del Vino.

OBERNAI

Obernai con más de 10.000 habitantes fue el pueblo más grande de los que visitamos en esta jornada, siendo también uno de los que más nos gustaron debido a su intenso patrimonio y cuidado casco urbano.

La zona más atractiva de Obernai es la plaza del Mercado, de bellas edificaciones tradicionales cargadas de encanto. En medio de la plaza hay una estatua de Santa Odile.

Entre los monumentos más recomendables está el ayuntamiento, con elementos del XIV al XIX, la torre de la Chapelle, originaria del XIII, el antiguo mercado de trigos, donde estuvieron las carnicerías municipales, que data del XVI, y un destacado pozo renacentista del XVI.

La iglesia de San Pedro y San Pablo, notable por su dimensión, es básicamente del XIX, con un altar gótico del Santo Sepulcro y vidrieras del XV.

Y por supuesto numerosas casas alsacianas, del siglo XIII las más antiguas.

Era ya la hora de cenar cuando terminamos de visitar Obernai, así que nos dimos un garbeo por las zonas de terrazas decidiéndonos por el Restaurante Santa María, perteneciente la Hotel Sainte Odile.

Posiblemente había mejores opciones pero por un precio razonable cenamos un aperitivo de queso Munster, una ensalada de queso, jamon y queso deshidratado, más un gran plato de pasta tradicional spatzale por unos 30 euros con bebida incluida.

A las ocho de la tarde nos habíamos sentado a cenar, terminando sobre las 9. El postre lo compramos en un restaurante situado enfrente del Hotel en el que cenamos, atraídos porque en su escaparate se ofrecía una sugerente tarta citronell.

Cayendo la noche pasamos por dos pueblos nuevos, Boersch y Rosheim , sin que en esta ocasión nos bajáramos siquiera del coche. Nos gustaron incluso en estas circunstancias, en especial Rosheim. La calle principal del pueblo pasa por el centro atravesando tres torres – puerta de entrada.

En Boersch aun se conservan tres puertas antiguas y una hermosa plaza con viejas edificaciones, entre ellas la magnífica alcaldía, del siglo XVI.

Rosheim está a cuatro kilómetros y tiene unos 4.000 habitantes. No pudimos más que hacer algunas malas fotos ,ya anocheciendo, de sus varias puertas.

Treinta kilómetros nos separaban de La Corderie en Plobsheim que hicimos con muchas ganas de llegar y descansar. El día había sido espectacular, maravilloso y cuando llegamos rompió a llover intensamente. Al menos el clima se contrarió solo en la noche, sin impedirnos durante el día ninguna de las visitas previstas. 


 

 

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